Echávarri contra Verbruggen
El traslado de la Vuelta, que en 1995 se disputará en septiembre, fomentó la primera polémica. El presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), el holandés Hein Verbruggen, hizo el domingo una visita relámpago a la Vuelta. La calificó de "pobre" en cuanto a la participación y prometió: "Cuando sea en septiembre, todo cambiará". El principal opositor al cambio de fechas es José Miguel Echávarri, el director del Banesto: "La Vuelta es una cuestión española y la permuta, que no será beneficiosa, se ha impuesto desde fuera".Ni Verbruggen ni Echávarri se han mordido la lengua. El primero lanzó: "¿Cómo puede decir Echávarri que defiende la Vuelta cuando no ha traído a Induráin?". El segundo montó su guardia: "Lo que yo hago en mi equipo es asunto mío. He traído a Delgado, uno de los favoritos. Induráin quiere ganar el Tour y por eso no puede venir".
Tres pilares
El episodio es una batalla más de la lucha de los organizadores contra los, equipos. La tesis de Verbruggen es simple: para que el ciclismo siga creciendo en popularidad necesita tres pilares: la Copa del Mundo, el Campeonato del Mundo y las tres grandes rondas -Vuelta, Giro y Tour- participando siempre los mejores. La Vuelta, según Verbruggen, que cuenta con el apoyo de los organizadores, no cumple los requisitos.
"La Vuelta es insostenible en esta épocas", mantiene Verbruggen, que antes tenía una empresa de marketing. "No tiene seguimiento fuera de España. Ninguna televisión extranjera le presta atención. El problema es que los equipos españoles son ciegos respecto al exterior".
Para Echávarri, el asunto es otro: Verbruggen parece desconocer el poder del ciclismo español y el alcance social de la Vuelta, que, pese a tener una floja participación de equipos extranjeros, es una de las más intensas debido a que los españoles han aumentado en potencia. "Verbruggen no se resigna al fracaso de sus planes y quiere imponerlos por la fuerza", afirma; "no soporta que el Banesto no participe en todas las pruebas de la Copa del Mundo e intentó obligarnos a estar en la clásica carrera París-Roubaix".
Mientras Verbruggen dice que Echávarri se echa atrás en lo que promete -estar en el Gran Premio de Montreal de 1992-, el técnico navarro solicita que se consulte a los equipos, los directores y los patrocinadores.
Verbruggen asegura que todos los grandes ciclistas participarán en las tres rondas cuando la Vuelta sea en septiembre: "Fignon [ganador de dos Tours] me ha dicho que el principal problema es mental, no físico. Con cinco o seis semanas de descanso en medio, las figuras podrían recuperarse psíquicamente y afrontarían la Vuelta como revancha de la temporada, con lo que habría espectáculo garantizado". Echávarri estalla: "¿A que no se compromete a que vengan los mejores?"
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