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Pesquisas internas

El coronel Enrique Rodríguez Galindo figura en el informe directamente conectado con algunos presuntos cabecillas de las organizaciones de narcos. El texto alude a su supuesta presencia en reuniones en un chalé de La Rioja propiedad de integrantes de la red, y se le atribuye la posesión de un total de 11 viviendas". "La investigación al mismo", señala el documento, "debería hacerse con sumo cuidado al ser un elemento destacado de la lucha contraterrorista". En fechas posteriores se han incorporado a las diligencias los resultados de una investigación realizada por la Dirección General de la Guardia Civil sobre el coronel.En ese escrito, la Dirección de la Guardia Civil matiza algunas de las imputaciones contra el coronel. Así, se alude a Ia escasa credibilidad de las fuentes origen de las informaciones", se recuerda que fueron efectivos de esa comandancia los que detuvieron a uno de los denunciantes y se cuestiona que Rodríguez Galindo hubiera favorecido la adjudicación de la obra de construcción del cuartel de Intxaurrondo a un contratista sospechoso.

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Se indica igualmente que no existe constancia de que este mando policial haya tenido relación con José Antonio de Santamaría. En el escrito se admite la existencia de una antigua relación del coronel con uno de los sospechosos de narcotráfico, "propietario de la casa de Oyón (La Rioja) a que probablemente hacen referencias las informaciones", pero se subraya que ese sospechoso "es de esas personas que alardean de ser simpatizantes del cuerpo" y que por eso conoce a jefes y oficiales.

A continuación, la Dirección de la Guardia Civil subraya que el coronel Galindo rompió sus relaciones con el propietario de la casa de Oyón al tener conocimiento de sus actividades delictivas y que el propio coronel llevó a cabo una investigación para aclarar esas actividades.

Una conspiración

En declaraciones a este periódico, el coronel Galindo ha señalado que es víctima de una conspiración y que, al no haber acusación formal contra él, está indefenso para hacer frente a las sospechas. Tras destacar los "efectos dolorosos" que la filtración ha provocado en su familia, el responsable de la 513ª Comandancia niega ser propietario de 11 pisos.Asegura que las propiedades de toda su familia están lejos de esa cifra, y apunta la posibilidad de que los investigadores hayan sumado a la lista los inmuebles de un sevillano que responde a su mismo nombre y apellidos. A su juicio, las sospechas contra él surgen de la declaración del hermano de un narco detenido en Hondarribia. En su opinión, este individuo urdió la estratagema de involucrar a los mandos de la 513ª Comandancia para negociar una rebaja de la previsible condena a su hermano.

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