Libertad para uno de los acusados de fraude fiscal en Barcelona
El juez Luis Pascual Estevill decretó el jueves la libertad provisional de Manuel Tramullas, el empresario de 71 años implicado en el fraude contra Hacienda descubierto en Barcelona y que supera los 1.500 millones de pesetas. Tramullas, que ha permanecido en la cárcel Modelo durante dos semanas, no se vio obligado a depositar fianza porque "no tiene dinero; por nada más", señalaron fuentes del juzgado.La policía sostiene que Tramullas, un empresario retirado que reside en una lujosa urbanización de Almería, era un testaferro que adquiría activos financieros con dinero negro de terceras personas. Tramullas, que supuestamente cobraba entre 300.000 y 400.000 pesetas mensuales por esos encargos, negó ante el magistrado que el propietario del capital fuera José Felipe Bertrán de Caralt, el industrial catalán que compareció hace tres semanas ante el juez y fue puesto en libertad sin fianza.
En su declaración, que duró más de tres horas, Tramullas citó nombres de otras compañías de las que era apoderado y en cuyo nombre efectuó operaciones financieras. Una de las líneas de investigación seguidas por el juez Pascual Estevill se basa en que el dueño del patrimonio defraudado era Bertrán, hecho que niega tajantemente el citado industrial.
De las 13 personas implicadas en este asunto, nueve están en libertad, tres en prisión y otra, el empresario Francisco Querol, de 79 años, en paradero desconocido. Quienes el jueves permanecían encarcelados eran el financiero Antonio Sagnier, el gestor Fernando Moregó y el perito Timoteo Ramírez, que fue apoderado de una de las empresas de Bertrán.
Por otra parte, la Guardia Civil ha detenido en Manresa al director de una sucursal de la Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona (La Caixa) cuyas iniciales responden a M. G. G., acusado de colaborar en la suscripción de primas únicas a nombre de fallecidos. El director y otros dos detenidos -S. M. G., gerente del matadero Mafrica de Manresa, y el particular L. S. B.-, ambos vecinos de la población de Sant Fruitós de Bages, quedaron en libertad provisional.
Este fraude, que puede ascender a varios centenares de millones de pesetas, se descubrió cuando la heredera del supuesto titular de una prima única se quejó cuando Hacienda le reclamó el pago del impuesto de sucesiones. La mujer aclaró que la póliza a nombre de su padre estaba fechada en 1986, cuando en realidad había muerto en 1981.
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