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RICOS ANÓNIMOS

"Jamás llevaré un vaquero;, por distinción "

Juan Yanes es el hijo del dueño de una de las mejores joyerías del mundo

Francisco Peregil

La tienda del padre de Juan Yanes anda por Goya, pero no parece de este mundo. Los pedruscos multicolores se acumulan en esos 400 metros cuadrados de perfección 37 el visitante mira de reojo todos los espejos, tantea 100 veces cada paso para no romper nada y procura pensar que nunca existieron en esa circunstancia caras como la de Lina Morgan en Yo me bajo en la próxima, que no va a entregarse con ojos gárrulos ante tanta barbarie de lujo y que, bueno, oye, al fin y al cabo, qué es eso sino una tienda como los propios dueños la llaman. Pero aun así, en la oscuridad, bastaría con el brillo de las joyas para moverse, y habría que procurar no, asustarse al verse reflejado en todos los rincones.

Entre unas reproducciones del tesoro del Patrimonio Nacional queda aparcado el despacho de Juan, un chico engominado de 28 años que estudió en un colegio del Opus Dei La pinta muestra a uno de esos hombres con físico normalito que en las discotecas de moda posa acompañado de chicas exuberantes. Esa clase de gente que hace a los demás preguntarse: ¿qué tiene él que no tenga yo?Enuna mesa, una caja verde de malaquita valorada en dos millones o una azul de lapislázuli de 500.000 pesetas que guardarán los puros de cualquier cliente. Ellos pueden ser Julio Iglesias, Constantino de Grecia, Sabino Fernández Campo, el obispo Luis Gutiérrez, el ex primer ministro japonés Takesita, el duque del Infantado, lan Gibson o Gregorio Marañón. Todos estamparon su firma en el libro de honor de una casa que anda ya por su 111º aniversario.

En una esquina de la mesa yace un califa a quien Juan no tiene -"será un buen cliente nuestro"- el gusto de conocer, simpático dentro del marco plateado. Juan parece hombre de pocos gestos y menos palabras, andares cortos y cara aséptica, de no haber roto nunca un plato. A lo peor nunca lo ha hecho.

Para una foto prefiere posar con chaqueta. "Si fuera, en mi casa me la quitaría, pero aquí no". Mucho respeto por un negocio centenario que amenaza con alargase como la sombra del Drácula de Francis Ford Coppola, de forma independiente al cuerpo que la sostiene.

La forja de un estilo

Si Juan se volviera drogadicto mañana, si pidiera por las esquinas, okupara casas, insultara a los porteros de Pachá y escupiera a los policías municipales, el negocio, la tienda, proseguiría su derrotero ascendente como hasta ahora por Londres, París, Múnich, Tokio, Nueva York, Dallas y Washington con la misma solemnidad rutinaria. Pero Juan Yanes, hijo, mantendrá su estilo, forjado entre los portales más elevados de Serrano y Goya, por los años de los años para no decepcionar nunca a su padres.Puede figurar entre uno de los pocos jóvenes que nunca se topó en la calle con un enamorado de la jeringuilla en pleno idilio y a buen seguro no verá muchos en su vida. Las veces que fue a Vallecas era para ver un partido del Rayo Vallecano o una fábrica de joyas.

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No le pesa permanecer al margen de un lado tan vasto de la realidad. Se trata de mantener en la vida la senda correcta, y para ello, no descuidar el estilo.

Nunca lucirá marcas conocidas por mucho que disfracen su vulgaridad de precios elevados y jamás rozará sus piernas un patalón vaquero; todo en nombre de la distinción. "Jamás me pondré un Rolex; no es distinguido". Por eso su reloj es Philippe Charriol con pequeños diamantes que él mismo colocó -400.000 pesetas en total-, y sus trajes nunca conjurarán la envidia de los cantantes de rock.

Casi todo lo que es obedece a una educación ancestral, de amigos aristócratas que se reirían si un chico le abriera la puerta del coche a una chica, gimnasio después del trabajo, veranos en Mallorca y besos al padre cuando llega a casa. Precisamente la educación tan esmerada es lo que le impide eludir cualquier cuestionario impertinente que le planteen a bote pronto.

-¿Le suena Ángel Matanzo? [Lae entrevista tuvo lugar antes de que el alcalde fuese destituido del distrito de Centro].

-El concejal de Transportes, ¿no?

-¿Recuerda el nombre de tres políticos municipales?

-Barranco, José María Álvarez del Manzano, y el de IU, ¿cómo se llama, hombre ... ? ¿Castellano?

-Paco Herrera. ¿Políticos de la Comunidad?

-Leguina, Ruiz Gallardón, y la de IU... ¿Puede ser Cristina Almeida?

-Isabel Villalonga.

A los 18 años decidió seguir los mismos surcos que labrara el padre hace años. Estudió gemología y paró. Desde entonces rara vez coge un libro, y cuando incurre en tales tareas el libro suele versar sobre diamantes.

No se le ha pasado por la cabeza vivir solo. Para qué, se pregunta, si con los padres no le falta de nada, dice. La discoteca de su casa, de Somosaguas conoció muchas-fiestas a lo Gran Gatsby, pero desde hace tres años sólo una. "En nuestras fiestas, digo nuestras porque las organicé con dos amigos, siempre fuimos a romper. Tratamos de que mucha gente conociese a mucha gente. Compramos 200 litros de bebida y a la una de la madrugada se había agotado todo. Vinieron más de doscientes personas y hubo que reponer en un Vips".

Rutina

Pero su vida no escapa de la rutina. A las 8.20 llega en su Volvo 440. Desayuna en Gregorys y come en un restaurante cercano a la tienda. Así un día y otro. Y la tienda, con ser bonita y tan pisada por zapatos ilustres, tampoco escapa de la rutina.Cuando le regala algo a una chica, es de la tienda. Por ejemplo, un diamante en bruto al que él, en un alarde de cariño, le dará forma.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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