_
_
_
_

"No sé quien es Pakito"

Los habitantes de Bidart, asombrados e indiferentes hacia sus vecinos etarras.

Aurora Intxausti

Caras de sorpresa y de indiferencia con las que muestran los vecinos de Bidart (Francia) cuando se intenta conocer qué piensan sobre los terroristas que han sido sus vecinos. Hace un año, el trío directivo de ETA fue capturado en una de las cientos de casas diseminadas de ese municipio. Y hace sólo un mes, a menos de un kilómetro de esa casa, la policía halló una fábrica de armas de ETA en el caserío Etxebarne, del ingeniero Pierre Fagant. Algunos vecinos de Bidart no se explican cómo ciudadanos franceses han dado cobertura a los etarras. "No entiendo cómo les han dado cobijo en sus casas sabiendo que han sembrado el terror en España", indicaba uno de los habitantes del pueblo.

Bidart (4.000 habitantes) es una localidad, situada sobre la Costa Atlántica, ubicada entre San Juan de Luz y Biarritz. El pueblo ha vivido hasta hace unos años de la agricultura. La recalificación de terrenos rurales ha posibilitado que, tanto en la zona próxima al mar como en las laderas del monte Larrún, se hayan construido casas de gran tamaño. El valor de algunas de ellas ronda el centenar de millones, según las fuentes consultadas.La calidad de vida en la zona es alta. "La mayoría somos jubilados que hemos vendido las tierras de cultivo o profesionales de alto nivel que han construido unas buenas casas aquí", apuntaba un anciano en la panadería de la plaza del pueblo.

En las últimas elecciones, de los 2.000 votos, 778 fueron para el partido gaullista RPR, y el resto para una decena de candidatos. "Esta ciudad es tranquila, y la detención de etarras en el municipio ha sido circunstancial", señalaba el alcalde del RPR George Hilde, frente al edificio del Ayuntamiento, cuyo nombre está escrito en euskera y francés.

El inmueble en el que fueron detenidos, el 29 de marzo de 1992, Francisco Múgica Garmendia, Pakito; José Luis Álvarez Santa Cristina, Txelis, y José Luis Arregui Erostarbe, Fitti, estaba silencioso el miércoles pasado. Los vecinos aseguran que la tranquilidad ha vuelto a la zona tras el gran susto que se llevaron ese día., "Fue una sorpresa muy grande. No entiendo mucho del lema de ETA, pero si es verdad que esas personas hacen en España esas cosas que dicen, me parece raro que esos vecinos tan amables los tuviesen en su casa" indica dueña del edificio más cercano a la casa donde fue detenido Pakito. Confiesa que la relación que tenía con los dueños del caserío, los Tuya, era "de saludo diario. Eran muy amables".

"Muy independientes"

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Esta mujer añadía: "Es triste que Bidart se conozca porque terroristas vascos sean detenidos aquí". Su vecina Janine Lelay asegura que la zona es muy tranquila y no hay demasiado trato entre los vecinos. Otro hombre afirmaba: "Somos muy independientes, pero si hay movimientos raros se ven, aunque no creo que nadie se atreva a denunciarlos".

En.el centro del pueblo, junto al bar del frontón -en sus paredes de color rosa están pintadas las banderas de Euskadi y Francia-, un grupo de hombres menores de 30 años mira con cara de sorpresa cuando se pregunta por Pakito. "No sé quién es", indican casi al unísono. Al especificar que era el antiguo jefe de ETA apuntan: "La ETA es un problema de los españoles".

José Luis García, de origen español y nacionalizado francés, es más radical en sus manifestaciones que el resto de sus vecinos: "Mucha culpa del problema de ETA la han tenido los franceses, y sobre todo la policía. Los refugiados paseaban hasta hace unos años sin problemas, vivían en Francia y no se escondían. Ahora es verdad que las cosas han cambiado". García trabaja en San Juan de Luz. La mayoría de los vecinos trabajan en esa localidad o en Biarritz.

El camino de acceso a la casa donde fue detenido Pakito y la calle de Bassilour, donde fue hallada la fábrica de armas de ETA, distan 100 metros. A mitad de camino está Bricobidart, un almacén de bricolaje, cuyo estacionamiento ha sido utilizado en varias ocasiones por los etarras para las citas. El caserío Etchebarne, el arsenal, tiene en la puerta principal un precinto: "Caso Múgica Garmendia".

En el bar del pueblo, un grupo de jubilados toma unos vinos poco antes de comer. Las mesas están preparadas para el almuerzo. Hablan de los resultados electorales y de la visita a la localidad de la candidata del RPR a la Asamblea Nacional Michéle Marie Alliot. Para ellos, según confiesan sin reparos, ETA es algo que ocurre al otro lado de la frontera.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_