Giuseppe Chiti,

otro párroco, éste italiano, de Marliana, mira con envidia a su colega de Chiesa Valmalenco, Giulio Roncan, porque a él le han multado por el excesivo nivel de decibelios del repique de campanas y al otro le han absuelto del mismo cargo. Chiti fue condenado a pagar una multa de 112.000 liras (unas 9.000 pesetas) por el juez de paz de Monsummano, que tiene jurisdicción sobre Marliana, porque las campanas "hacían ruidos superiores a los tolerados por la ley", según había denunciado la dueña de un hotel. Giuseppe Chiti respondió a la sentencia enmudeciendo sus campanas durante tres días. De esta forma, el pueblo descubrió la multa.Los habitantes de Marliana han amenazado con hacer manifestaciones de protesta si el reloj del campanario no vuelve a marcar sonoramente el paso de las horas. Por el contrario, los habitantes de Chiesa Valmalenco están más que satisfechos con la absolución de su párroco, y así lo demostraron al término de la audiencia regalando un fuerte aplauso al juez de paz de Sondrio.

Giulio Roncan, de 23 años, había sido denunciado por "disturbios de la tranquilidad pública" y "abuso de instrumentos sonoros" porque tocaba con excesiva frecuencia las campanas y además hacía oídos sordos a una ordenanza municipal que regulaba los repiques. El fiscal había pedido para el acusado el pago de 100.000 liras (unas 8.000 pesetas) por cada uno de los cargos.-