El penal de Soto, bautizado con el nombre de Leguina I

El penal de Soto del Real fue declarado ayer "monumento nacional" por una veintena de vecinos de la Cuenca Alta del Manzanares. También, vigilados por otros tantos guardias civiles, bautizaron la macrocárcel con el nombre de Leguina I. En las dos horas que todos estuvieron allí hubo tensión.Los guardias prohibieron a los automovilistas parar en el arcén para sumarse a la protesta, mientras que los vecinos, ayudados de megafonía, pinchitos y vino, les invitaban a participar en la fiesta. Una niña llamada Ana, "en representación de los que serán los más perjudicados", afirman los vecinos, descubrió el cartel con el que quedó bautizada la cárcel.

"No tengáis miedo, podéis parar y tomaros un vinito con nosotros. Os invitamos al funeral de la sierra", repetían los vecinos, mientras la Guardia Civil controlaba el tráfico e indicaba a los conductores que continuaran su camino. Esto provocó una pequeña discusión que acabó sin consecuencias.

Un portavoz del colectivo anticárcel, que está formado por una docena de asociaciones vecinales y ecologistas de la zona, denunció "el consentimiento de la ilegalidad en la ejecución de la obra por la Administración central y autonómica" y pidió "la paralización preventiva de la obra, que avanza a pasos de gigante".

Para el colectivo, la Comunidad de Madrid y su presidente, Joaquín Leguina, deberían definirse sobre "la macrocárcel" que se encuentra colindando con el parque regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

En una nota distribuida ayer a cientos de viajeros, que pasaron por las puertas de la finca donde se construye el penal, se califica de "demencia" la instalación de la cárcel en una ruta turística que está siendo "promocionada por la Comunidad de Madrid".