Ciu inicia un acercamiento al Partido Popular

Los nacionalistas catalanes empiezan a tomarse en serio al PP y a su presidente, José María Aznar. Después de meses de considerar la opción política centrista condenada al fracaso y de valorar a Aznar como un político incapaz de convertirse en una alternativa real a Felipe González, los dirigentes de Convergéncia i Unió (CiU) apuestan apresuradamente por él y vienen a dar la razón al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que lleva meses exigiendo a su partido que no se defina sobre las alianzas poselectorales.El secretario general de Convergéncia Democrática (CDC), Miquel Roca, mantuvo recientemente una larga reunión con José María Aznar. Ambos políticos, acompañados de sus respectivas esposas, Anna Sagarra y Ana Botella, celebraron una velada cuyo objetivo era tratar de mejorar unas relaciones personales que nunca han sido buenas. La importancia del encuentro radica, sobre todo, en el momento en que se produjo -poco después del retorno de Roca a la secretaría general- y en pleno avance en la intención de voto del PP.

La iniciativa de Roca obedece a un deseo de mejorar el diálogo con el principal partido de la oposición. Fuentes de la dirección de Convergéncia consideran que la pugna que han mantenido durante meses Pujol y Roca por el control del partido y la orientación de su política española, ha contribuido a dar la imagen de que el segundo era valedor de los intereses del PSOE en las filas nacionalistas frente a un Pujol mucho más pragmático e interesado tan sólo en pactos puntuales. De hecho, el presidente de la Generalitat no oculta que es mejor entenderse con Aznar por una cuestión tan sencilla como que siempre es más fácil arrancar contrapartidas a quien aspira a llegar al Gobierno que a quien ya se encuentra en él y conoce mejor el alcance de determinadas concesiones.

Entre los colaboradores de Pujol se considera que los próximos meses serán decisivos para saber si se concreta una alternativa "seria y creíble" a Felipe González. "Con un discurso basado exclusivamente en la erosión política difícilmente se llega a gobernar", comentó un dirigente de CDC, crítico con lo que cree política sin alternativas constructivas de los conservadores pero que defiende con entusiasmo un pacto con el PP si se dan las condiciones.

La presidencia del Senado

La opción preferida de Pujol a la hora de plantear pactos poselectorales sigue siendo volver a la etapa de Unión de Centro Democrático. Es decir, influir desde fuera del Gobierno sin participar ni siquiera en un pacto de legislatura. En cambio, sí desea situar a dirigentes de su partido en otros puestos preeminentes como, por ejemplo, la presidencia del Senado. Pujol sostiene que no hay nada mejor que situar a un dirigente nacionalista en la presidencia de la Cámara Alta para garantizar su conversión en un foro de representación territorial.

Que Pujol se toma en serio el ascenso del PP, lo demuestra, según fuentes de Convergéncia, su empeño en diluir el discurso nacionalista para impedir que un número significativo de votos conservadores que en Cataluña tiene prestados CiU desde el hundimiento de UCD regresen ahora a la opción de Aznar. El discurso de reafirmación española de las últimas intervenciones de Pujol fuera de Cataluña, y en particular el pronunciado el pasado 12 de marzo en Valladolid, así lo indican. Pese a ello, Convergéncia espera que el previsible crecimiento del PP en Cataluña se haga a costa del PSC.