"Detesto a los españoles"
En este instante nos hemos escondido los dos en el sótano de su editorial para conversar, no mucho, sin que nadie nos estorbe. Lo primero que nos viene a la mente es su novela triunfante hoy en las librerías francesas. Se titula Le crime des pères (El crimen de los padres). Las cuatro primeras frases de la novela rezan así: "No quiero a España, detesto a los españoles. El advenimiento de la democracia no ha cambiado en nada mis sentimientos hacia ellos. Me pregunto, incluso, si yo no preferiría a los españoles oprimidos antes que libres. Bajo la dictadura hablaban menos, sin duda por miedo a volver- a la cárcel".Gato madrileño, cuando niño, en 1939, lo hizo exiliado la dictadura, vivió cárceles, reformatorios, llegó a mayor en Francia, le ha dado por escribir hasta ahora 16 novelas, le han otorgado cinco grandes premios de las letras francesas, vive de tal profesión y aquí estamos.
A propósito de la frase antes citada, advierte que "escandaliza a los franceses, que se preguntan qué es lo que van a decir en España". "Ellos no entienden de nuestras relaciones apasionadas. Este es un libro sobre la memoria y también es el libro de la reconciliación; durante mucho tiempo, el español fue para mí un idioma de guerra y el francés era el idioma de la paz. Ahora ha llegado la reconciliación entre las lenguas con este libro precisamente".
Sólo pronunciar la palabra elecciones Michel del Castillo me corta, o casi: "De hecho, lo que ocurre es que estas elecciones, de ayer y del domingo que viene, no tienen importancia ninguna; el margen de maniobra para gobernar, de los unos o los otros, es prácticamente nulo".
¿Por qué tanto alboroto entonces? "No sé, no hay debate de ideas, ni nada de nada. Lo que sí hay es un paralelismo con España prácticamente total. Hoy, el problema en nuestros países desarrollados es la organización económica: economía y paro; ahí le duele la cosa. Le Pen, el partido comunista, no cuentan para nada".
Política y literatura
¿Qué hay que decir de la política y la literatura en estos años del llamado socialismo? "Esas relaciones han sido las de siempre. Es cierto que a algunos escritores los han utilizado los socialistas; y todo el mundo conoce los nombres. A mí, en todo caso, no me han usado. Ahora bien, hay que tener en cuenta que nunca dejan de ser conflictivas las relaciones entre el escritor y el poder, sea cual fuere". Añade Del Castillo que Mitterrand "es un personaje muy retorcido, inteligente, complejo; es un verdadero personaje de novela".
Y del gran amigo de Mitterrand, el hombre de negocios con problemas sombríos a la vez que ministro de las Ciudades, Bernard Tapie, observa el escritor que "es el símbolo de la reconciliación de los socialistas con el dinero".
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