Cossiga, al poder
Giulio Andreotti se ha manifestado estos días como el mayor impulsor de un nuevo Gobierno dirigido por el ex presidente Francesco Cossiga, quien recuperaría así el protagonismo de un De Gaulle italiano para la transición a la II República. Ambos han coincidido en criticar como presidencialista al jefe del Estado, Oscar Luigi Scalfaro.El Europeo, revista con la que colabora Andreotti, ha subido el tono de la maniobra al reproducir unas presuntas declaraciones de implicados en la corrupción política que apuntan a la supuesta financiación ilegal de la campaña de Scalfaro para las elecciones europeas de 1984.
La magistratura de Milán desmintió ayer estas afirmaciones. Pero ni Francesco Cossiga tiene la popularidad de hace 12 meses, ni Giulio Andreotti está en la mejor situación para favorecer a nadie. Además de Ciarrapico, tanto su fiel Paolo Cirino Pomicino como Antonio Sbardella, hoy enemigo pero gran aliado en otros tiempos, han caído en manos de los jueces. Prueba de la decadencia de Andreotti es que Ciarrapico está siendo perseguido por la justicia en Roma, su feudo tradicional.
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