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La alegría del propietario

Juan Antonio Carbajo

¡No se va a repetir el sorteo!". Era el grito de alegría del más de medio centenar de agraciados con uno de los 233 pisos cuando ayer terminó el Consejo de Administración de la Empresa Municipal de la Vivienda. Los futuros propietarios de viviendas de 14 millones esperaban en la calle el desenlace. Querían, sobre todo, que no se suspendiera el proceso y evitar un nuevo sorteo. La determinación final de revisar todos los expedientes y depurar los irregulares les produjo gran satisfacción.Sin embargo, no perdonan al concejal socialista José María de la Riva. Piensan que el edil ha vulnerado el derecho a la intimidad al difundir datos personales de los agraciados para justificar sus denuncias de irregularidades. "Nos ha ofendido gravemente con toda la basura que nos ha tirado encima", comentó uno de ellos.

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De la Riva salió del edificio atravesando un pasillo de coléricos adjudicatarios. El concejal les llamó privilegiados porque entre ellos hay quien ingresa hasta 445.000 pesetas mensuales. El 56% de las solicitudes del polémico concurso correspondió a familias con ingresos inferiores a 263.000 pesetas, que no tenían derecho a esta promoción.

Los adjudicatarios protestan: "Mi padre tenía que tener tres trabajos para que yo estudiara una carrera. Ahora tengo 30 años y ésta es la única manera de tener un piso y casarme, ¿dónde está el privilegio?".

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