Oriente
Para orientarnos, señor Félix de Azúa [artículo del 26 de febrero], y partiendo de la base de que todos constituimos la Administración de justicia (en otras palabras: que todos formamos parte del sistema), yo propondría que tomemos el aspecto relativo de la metafísica (el ser se dice de muchas maneras, Aristóteles); que no sólo hablemos de "todos" y de "ninguno", sino de éstos, de aquéllos, de los de más allá... Es decir, que establezcamos grados, diferencias. Sí, porque, por poner un ejemplo de actualidad, es más probable que vaya por ahí descuartizando jovencitas el hijo de un matrimonio de yonkies que el de un matrimonio de maestros aficionados a los invernaderos. Teniendo esto en cuenta, podríamos retomar la metafisica en su sentido absoluto: sin duda orienta una barbaridad darse cuenta de que el ser y la nada son lo mismo. Pero más todavía orienta darse cuenta de que es más ser (o menos nada) una encina que una piedra, y más ser un tío cavilando en un sofá que otro matando sellos -sin perjuicio de que el que mata sellos llegue no sólo a cavilar, sino incluso a difundir sus cavilaciones (que, si los genes y las circunstancias determinan, hay todavía voluntades con el suficiente margen de libertad como para pensar y actuar con sensatez).De todas formas, lo que realmente nos orientaría sería tomar conciencia de una vez de la posibilidad de que nuestra especiesea la primera (los paleontólog sabrán) en autoextinguirse. Q-L zá se esté acercando la época
que no nos quedará otra alterri tiva que volvernos "buenos" perecer. Será emocionante.
pero no perdérmela.- Manu Luna Corredera. Lucena, Có doba.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.