Los referendos sólo aumentan la confusión política en Italia

Los referendos sobre las reformas institucionales convocados en Italia el próximo 18 de abril se presentan como la gran ceremonia de la confusión y no como la señal esclarecedora de la incertidumbre política que agobia a los italianos. Los partidos políticos están contribuyendo a ese resultado, al forzar interesadamente el significado de una consulta que en sí misma no puede resolver nada, pues los referendos en Italia son sólo derogatorios.Uno de las 10 referendos planteados implicaría, al derogar artículos concretos de la ley electoral vigente, la introducción del sistema uninominal mayoritario para la elección de las tres cuartas partes del Senado, continuando el cuarto restante bajo el actual sistema, proporcional corregido por la ley d'Hont.

La consulta no afectaría para nada a la elección de la Cámara de Diputados, que tiene aproximadamente el doble de escaños que el Senado y que se rige por un sistema proporcional puro. No obstante, se extiende el consenso de que el Parlamento deberá, a posterior¡, homogeneizar los sistemas electorales de sus dos niveles de representación.

Es ahí donde se apoya la confusión introducida por unos partidos que, tras haberse mostrado incapaces de llegar a un acuerdo de reforma de la ley electoral que habría bloqueado la celebración de los referendos, se han apresurado a cargar el voto de unos significados orientados a aproximar el veredicto, sin duda afirmativo, de las urnas a sus propios objetivos. El resultado no podía ser más contradictorio.

Para el democristiano Mario Segni, principal promotor de esta consulta, cuanto mayor sea la victoria del sí mayor será la presión para que el Parlamento apruebe una nueva ley electoral basada en el mayoritario simple, batalla que últimamente ha merecido el apoyo del secretario general de la Democracia Cristiana (DC), Mino Martinazzoli.

Pero cuanto mayor sea el triunfo del sí mayor será también -la victoria personal de Segni, lo que no satisfaría a muchos de sus compañeros. El Partido Democrático de la Izquierda (PDS), ex comunista, se pronuncia por un sí, pero.