"Lo que preocupa a los militares venezolanos es la corrupción"

T. M. "Se está cerrando un ciclo del desarrollo político venezolano", afirma Eduardo Fernández cuando recalca que las próximas elecciones se van a celebrar en un clima negativo de final de reinado: inestabilidad militar, descontento popular y consciencia creciente de: que el sistema ya no responde a las dificultades del momento. "Cada 30 años, en nuestro país se produce un reajuste profundo de este tipo, generalmente con violencia. Debemos procurar que esta vez se desarrolle de manera pacífica".

El ciclo que ahora acaba en tre turbulencias tiene, según Eduardo Fernández, tres ejes: "el centralismo, la partitocracia y el estatalismo". Tres ejes que se resumen en uno: la excesiva concentración de poder en manos del Estado". "Cualquier programa de cambio debe enfrentarse precisamente con esta lacra", prosigue el líder del COPEI. "Se trata de sustituir el centralismo por el federalismo, descentralizar el poder hacia nuevas instancias más participativas, como los sindicatos, los gremios y las asociaciones vecinales, y desestatalizar la economía". "Este punto es el más importante", recalca Eduardo Fernández. "Durante muchos años, el motor del desarrollo de este país ha sido el gasto público, financiado con el excedente de la renta petrolera. Lo que nos ha hecho totalmente dependientes de los precios internacionales de la energía. Debemos ir hacia otro modelo, basado en la inversión privada y más diversificado".

¿Invadirá por tanto también Venezuela la ola neoliberal? "No defiendo el liberalismo", afirma Fernández, "pero ha quedado claro que el modelo estatalista no ha permitido redistribuir la riqueza en este país. Defiendo simplemente la idea de una economía social de mercado, no con menos estado, sino con un estado mejor dimensionado".

Eduardo Fernández está convencido de que este programa sería suficiente para tranquilizar a las Fuerzas Armadas. "Estoy convencido de que la abrumadora mayoría de los oficiales venezolanos está a favor de la democracia. Lo que realmente preocupa a los militares es la impresión de corrupción que da hoy el estado. Es allí donde esperan y exigen resultados rápidos y palpables".

Fernández es escéptico frente a las anunciadas veleidades progresistas de los golpistas. "En este continente, todos los golpes se han dado en nombre de la justicia social y de las reformas. Pero a la hora de la verdad siempre quedó muy poco de estas bellas palabras".