Un programa de cámara oculta provoca protestas en el Reino Unido

Muchos telespectadores británicos se quedaron de una pieza la semana pasada al comprobar, gracias a una cámara oculta utílizada en un reportaje titulado Undercover, cómo en su país hay todavía mucha gente que vive de salarios muy por debajo del mínimo legal. La emisión del programa por la cadena británica Channel 4 ha provocado numerosas reclamaciones de las personas que aparecen en la grabación oculta, que se han apresurado a poner el asunto en manos de sus abogados.

La emisión de Undercover ha coincidido con una propuesta del Gobierno, anunciada el pasado noviembre y aún no aprobada, por la que se aboliría el Wages Councils, el organismo que establece y se encarga de vigilar el mantenimiento del salario mínimo. La periodista Sima Ray, una antigua profesional de BBC Radio, demuestra en su reportaje que una gran parte de los 2,5 millones de británicos que se calcula no cobran ni el mínimo salario exigido (de ellos, un 80% son mujeres) son despiadadamente explotados, incluso con la protección del Wages Councils.

Su cámara oculta ha dejado buena constancia de contratos por cantidades que superan apenas 1,5 libra por hora (unas 250 pesetas). "No se puede saber lo terrible que es hasta que tienes que vivir con este dinero". Su vídeo recoge también las tensas situaciones en las que la periodista encubierta se encara con sus patronos exigiéndoles el salario mínimo. Tales patronos ahora reclaman a la cadena por la falta de permiso para ser filmados. Sin embargo, diez días antes de la emisión, todas las personas que fueron captadas por la cámara recibieron una carta de Channel 4 advirtiéndoles que iban a aparecer en el programa.