Los líderes del integrismo hindú, detenidos junto a 100.000 simpatizantes

La capital india amaneció ayer con un despliegue sin precedentes de las fuerzas de seguridad. El Gobierno del primer ministro Narasimha Rao situó a 70.000 policías en las calles de Nueva Delhi como medida disuasoria ante la pretensión del principal partido de la oposición, el integrista hindú, Bharatiya Janata (PBJ), de reunir a más de un millón de personas para exigir comicios anticipados y la construcción de un templo hindú en Ayodhya, donde fue destruida una mezquita del siglo XVI el pasado 6 de diciembre. En los últimos días, al menos 100.000 seguidores del PBJ fueron detenidos (20.000 en Nueva Delhi), entre ellos, sus principales líderes.

Nueva Delhi parecía ayer una ciudad tomada por la policía, que recurrió a métodos modernos, como helicópteros, camiones de agua y gases lacrimógenos, y a clásicos como los temidos bastones de bambú, para dispersar con firmeza a los manifestantes.Más de 80 integristas resultaron heridos y 5.000 miembros del partido detenidos, lo que eleva a más de 100.000 los arrestos realizados en los últimos días. Las fuerzas de seguridad habilitaron dos estadios para alojar a todos los extremistas apresados. Entre los arrestos, destaca la del líder del movimiento, Murli Manohar Joshi, quien quedó inconsciente tras ser alcanzado por el chorro a presión de un camión de agua de las fuerzas de seguridad.

Manohar Joshi se dirigía hacia el edificio del Parlamento en Nueva Delhi acompañado de unos 300 enfervorizados simpatizantes cuando una contundente acción policial dispersó la marcha. El presidente del PBJ fue llevado inmediatamente al hospital, donde quedó internado. Los médicos que le atienden declinaron hacer comentario alguno sobre su estado.

Otros dos líderes del integrismo hindú fueron detenidos también: Lal Krishan Advani, el jefe de filas del partido en el Parlamento, y Atal Behari Vajpayee, el principal orador de la formación política. Advani fue apresado cuando, desde el techo de: un camión, arengaba a sus seguidores y les aconsejaba mantener la calma. "La violencia que se ha desencadenado ha partido de la policía, no de nosotros. Miles de personas han desafiado la prohibición oficial uniéndose a nosotros", declaró Advani.

Sentadas y reuniones para hoy

Portavoces del PBJ han anunciado que hoy, viernes, convocarán sentadas y reuniones a lo largo y ancho del país para protestar por la acción policial. El Consejo Nacional se reunirá mañana para analizar la situación y decidir los planes futuros. El PBJ es la segunda fuerza del país y el primer partido de la oposición.El Gobierno de Rao recurrió a todas sus prerrogativas legales a su alcance para impedir el éxito de las pretensiones del PBJ de concentrar en el centro de la capital a más de un millón de seguidores en demanda de elecciones anticipadas. El mandato de Rao concluye en 1996.

A pesar de la envergadura y espectacularidad del despliegue policial, los incidentes no fueron tan graves como se temía en un principio. Unidades policiales fueron apedreadas y algunos manifestantes sufrieron heridas de diversa consideración. El país no ha olvidado la terrible impresión causada por los feroces enfrentamientos entre las comunidades musulmana e hindú, que provocaron un baño de sangre en los meses de diciembre y enero. En aquellos choques, más de 2.000 personas murieron, la mayoría de ellas musulmanes.

"La situación está bajo control y en calma", aseguró ayer un oficial del Ejército. Los accesos a Nueva Delhi fueron virtualmente sellados desde el miércoles y suspendidos los servicios públicos de autobuses interurbanos, pero fuentes del PBJ aseguraron que sus seguidores consiguieron infiltrarse en la ciudad.