El Oeste ganó el All Stars en la prórroga
¿Quién dice que la NBA no tiene más estrellas que Michael Jordan o Shaquille O'Neal, el joven pívot que está acaparando buena parte de la imagen de la Liga? Hasta Pat Riley, el entrenador más enloquecido por el impulso de ganar, fue uno de los muchos protagonistas de la jornada. El partido del domingo por la noche, en la cancha del Utah Jazz en Salt Lake City, terminó siendo un mano a mano entre los dos mejores conjuntos del mundo. No fue un partido de guante blanco, como muchos puedan imaginarse; las estrellas brindaron espectáculo pero se entregaron al combate. como si fuera un partido oficial.Fue la Liga en su mejor nivel, un partido totalmente contrario al del año pasado, cuando la NBA organizó una fiesta de despedida para Magic Johnson y se vivió un verdadero aluvión de puntos. La ConFerencia del Oeste sumó 153 tantos, ganando el partido con una diferencia de 40. El domingo Riley no quería perder y pese al hecho de que el Este nunca tuvo la ventaja en el cuarto tiempo, manipuló su plantilla y el reloj de juego para igualar el partido a 119 con un lanzamiento del olímpico Patrick Ewing cuando faltaban 8 segundos. El Oeste tuvo tres oportunidades para ganar en el tiempo reglamentario, pero ni John Stockton ni Tim Hardaway pudieron evadir el marcaje desesperado de Jordan y compañía.
Riley parecía un títere de tanto bailar en el lateral, gritando instrucciones e intimidando a los árbitros. Su espíritu contagió a todos en la lista y los jugadores se esforzaron desde el salto inicial hasta el último pitido. Scottie Pippen y Charles Barkley batallaron a empujones bajo el tablero. El corpulento alero Karl Malone, seleccionado el jugador más valioso junto con su compañero de equipo en el Jazz, Stockton, marcó la pauta con 12 puntos y seis rebotes en el primer tiempo y otros 13 tantos en el tercer tiempo, además de arriesgar su pellejo al bloquear dos intentos espectaculares de mates por parte de O'Neal, un gigante de 136 kilos.
Jordan, el máximo anotador en la historia de este evento, respondió con 30 tantos, pero, en resumen, fue solamente uno de tantos. Su compañero de equipo, Mark Price, el nuevo campeón de la competición de triples, confirmó su talla al encestar seis canastas de tres puntos, todas en la segunda mitad. Stockton demostró ser el heredero del legado de Johnson al penetrar en las defensas con facilidad y sumar 15 asistencias. Jordan se vio obligado a pasar el balón a Ewing para que éste encestara la canasta que empató el partido en el tiempo reglamentario. Barkley, uno de los candidatos para el jugador más valioso de la temporada regular, remontó una actuación discreta con un triple en la prórroga que sentenció la victoria.
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