La lluvia y dos accidentes en puntos estratégicos colapsan la M-30 y varias entradas a la ciudad
Basta que se produzcan dos accidentes en puntos estratégicos para que la M-30 se colapse como ayer, en más de 20 kilómetros, y se multipliquen las retenciones en casi todas las carreteras de entrada a la ciudad. Uno de los accidentes tuvo lugar en la carretera de Barcelona a la altura de Arturo Soria, donde murieron dos personas, y otro en plena M-30, con tres camiones implicados. La aparición de la lluvia fomentó las colisiones y agudizó los problemas del tráfico, pero no palia el de la sequía. Las aportaciones del miércoles no llegan a lo mínimo que se consumió en 1992 en un día.
Al fin llovió en Madrid, aunque todavía no lo suficiente, y los accidentes protagonizaron la jornada. Sobre las 7.15, en hora punta de entrada al trabajo, un turismo (M-2208-MX) se salió de la calzada en un acceso a la M-30 desde la carretera nacional de Barcelona a la altura de la calle de Arturo Soria. El vehículo se empotró contra una farola y fallecieron sus dos ocupantes (Benedicto González Santamaría, de 31 años, y Rafael Abad Delgado, de 23). El siniestro obligó a cortar el tráfico en esta zona durante cuatro horas, lo que generó colas de coches hasta San Fernando de Henares (unos 13 kilómetros).Poco después de las nueve de la mañana, en el kilómetro 10,20 de la M-30, en las inmediaciones del puente de la Albufera, una colisión múltiple entre tres camiones y un turismo acabó de bloquear esta autovía. En el accidente se produjeron cuatro heridos, aunque sólo uno fue ingresado en un hospital. Este puente, una de las zonas negras habituales de la M-30, lleva años esperando su reforma, con un proyecto de ampliación que el Ministerio de Obras Públicas y Transportes mantiene paralizado.
La colisión en la M-30 facilitó el atasco en los 10 kilómetros anteriores al lugar del choque en ambos sentidos. Dos de sus tres carriles estuvieron cortados dos horas. Este siniestro originó, además, el aumento de la longitud de las habituales retenciones en varias carreteras de entrada a la ciudad (variante de Andalucía, nacional de La Coruña y otras). El tráfico en el centro funcionó algo mejor que otros días y la intensidad de vehículos en las calles descendió con relación al jueves pasado en un 5%.
Estos dos choques, en cualquier caso, no fueron los únicos. Otra colisión en la carretera de Castilla a las 19 horas y un accidente en la de Barcelona a las 21 horas obligaron a cortar estas vías durante algunos minutos. Desde las diez de la noche del miércoles hasta las diez de la noche del jueves la Policía Municipal intervino en 31 colisiones, con más de 60 vehículos implicados y un balance de 25 heridos y dos muertos.
La mayoría de estos accidentes se explican por la lluvia, un fenómeno ya inusual en el asfalto de la ciudad.
Entre las horas nueve de la mañana del miércoles y la misma hora de ayer los embalses del Canal de Isabel II recibieron casi un hectómetro de agua (758.000 litros). Esta cantidad no llega a cubrir el consumo mínimo contabilizado el año pasado en un día (7 de diciembre: 1.025.496); es la mitad de la media diaria de 1992 (1.424.13 1) y casi la tercera parte de la fecha de mayor consumo (18 de mayo: 1.806.562).
A pesar de que Madrid fue la ciudad de España donde más agua se recogió la pasada noche -siete litros por metro cuadrado en el Retiro y la Ciudad Universitaria, pero sólo cinco en la sierra, que es donde están los embalses-, los responsables del Canal no son optimistas. Los partes meteorológicos no prevén precipitaciones para este fin de semana.
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