47 ancianos viven ya en la ciudad acogidos por una familia

La Comunidad de Madrid ha formalizado hasta la fecha 47 adopciones de ancianos, dentro del programa experimental puesto en marcha en enero de 1991, según los datos facilitados ayer por Santiago Morán, jefe del servicio de la tercera edad de la Consejería de Integración Social.El proyecto, presentado a través de una campaña de Información, se efectuó en 1991 y 1992 por medio de charlas y reuniones con asociaciones y, sobre todo, con trabajadores de los servicios sociales municipales de todas las localidades de la región.

El 70% de los ancianos acogidos, con una edad media de 76 años, son mujeres. Más de la mitad (59%) son solteros, y la inmensa mayoría (82%) procedían de la ciudad, mientras que el 28% era de los municipios de la corona metropolitana. El 100% de los ancianos tiene un nivel primario de estudios, y el 60% alegó la soledad para pedir el acogimiento. El 40% restante adujo problemas familiares.

La edad media del responsable de la familia que acoge a estos ancianos es de 52 años, con un nivel de estudios primarios en el 69% de los casos, mientras que el 21% tiene bachiller superior, y el 10% restante, estudios universitarios.

El 72% de las famiIias de acogida vive en Madrid capital. El 6 5% de las mismas tenía experiencia previa en el cuidado de personas mayores.Balance positivo

Según Santiago Morán, el desarrollo y grado de cumplimiento del Programa de Acogimiento Familiar de Ancianos es hasta la fecha "positivo".

Este proyecto consiste en el alojamiento de ancianos -que por sus diversas circunstancias no pueden continuar residiendo en su hogar- en el domicilio de otras familias con las que no tienen parentesco.

Las ayudas, que comprenden el alojamiento, la manutención y la asistencia personal adecuada en cada caso, van dirigidas a personas mayores de 65 años residentes en la Comunidad de Madrid.

Las familias acogedoras pueden ser familias propiamente dichas o personas solas, con buena salud y con aptitudes para atender a estos ancianos.

Estas familias reciben a cambio de la asistencia que prestan una remuneración económica, cuya cantidad es acordada entre ambas partes en un contrato.

El anciano puede, si lo precisa y reúne los requisitos establecidos, recibir una ayuda de la Comunidad, cuya cuantía mensual máxima es este año de unas 81.096 pesetas. "La cuantía mensual de la ayuda en cada caso", matizó Morán, "es igual a la diferencia entre el 50% de los ingresos mensuales del anciano y el importe máximo citado".