Después de la apoteosis

"Ahora hay que mandar un vídeo del congreso a todo el partido para que monten reuniones con los militantes y todos puedan verlo". "De acuerdo, presidente". Es la primera orden del reelegido presidente del Partido Popular, José María Aznar, que obtiene inmediata respuesta del vicesecretario general, Javier Arenas.Aznar y las cuatro personas con las que se reúne habitualmente para establecer la estrategia del partido no cabían ayer de gozo cuando a las nueve de la mañana hacían una evaluación de los tres días de apoteósico congreso. "Lo importante es que la gente empieza a confiar en nosotros y desconfía cada vez más de los socialistas", dice Rodrigo Rato mientras que el resto de in terloctuores asiente.

José María Aznar, presidente del PP, llegó ayer a su despacho de la calle de Génova, de Madrid, pasadas las 8.30 con gesto sonriente y deseando buen día a todo el personal de la casa. Ya ha leído la prensa. Sus colaboradores empiezan a llegar: Francisco Álvarez-Cascos, secretario general; los vicesecretarios Mariano Rajoy y Javier Arenas; el portavoz parlamentario, Rodrigo Rato y el responsable de comunicación, Miguel Ángel Rodríguez. También han leído la prensa. "Es obligatorio llegar con los periódicos leídos por orden del presidente", dice Javier Arenas. Todos ríen.

Están de un humor excelente. "Chico, qué tratamiento nos han dado todos los periódicos", señala Arenas. "Hay que leerlos dos veces, porque es casi imposible de creer", dice Aznar. Resulta que el reflejo del congreso popular en los medios de comunicación es el elemento que más grato resulta para los reelegidos dirigentes del PP, según pudieron apreciar la cadena SER y este periódico, presentes en las primeras horas de trabajo del día después de Aznar.

Demasiado contentos

Empieza la reunión para preparar la semana, pero les cuesta centrarse. Están demasiado contentos como para actuar como si no les hubiera pasado nada. Además, la inercia de los tres días anteriores parece que les sigue empujando, por lo que no abandonan las proclamas y el triunfalismo."El congreso ha resultado bien porque es el producto de un trabajo serio realizado durante tres años. Ahora queda lo más difícil: demostrar en estos ocho meses antes de las elecciones que podemos gobernar este país, sin revanchas, sin destrozar lo que de bueno se haya hecho", insiste Aznar en su mensaje tranquilizador.

"Estamos en un gran momento", señala Rodrigo Rato, "la gente se va a fiar de nosotros y desconfía ya del PSOE". Ésta es la tesis fundamental que intercambian. Los socialistas han perdido credibilidad y ellos "empiezan" a tenerla.

"¿Qué hay esta semana?", pregunta Aznar. Rato dice que el Parlamento tiene temas muy importantes. Ley Electoral, explicaciones del Gobierno sobre KIO, Ley de Asilo, entre otros.

"Ellos" y Ios comunistas"

En esta conversación se pone de manifiesto la terminología que el PP utiliza para referirse a los demás. "Ellos", el PSOE; "Los comunistas", Izquierda Unida, y "el bloque" para nacionalistas y centristas. Al debate se suma el portavoz adjunto, Luis Ramallo. "¿Tú tienes lo de KIO, verdad Paco?", le dice a Álvarez-Cascos. "Tú, la Ley de Asilo", asiente Mariano Rajoy.La conversación vuelve al congreso y a otros actos. El primero, el viernes en Baleares. Una concentración de jubilados en tomo a Aznar. "Hay seguros 2.500 asistentes, pero no en lenguaje andaluz como me dices, presidente, sino en lenguaje de Cañellas", explica el gaditano Javier Arenas. "Bueno, bueno, como mañana hay Parlamento nos reunirnos el miércoles con tranquilidad, que ya habrán pasado 48 horas del congreso". Aznar levanta la reunión y empieza la rueda por las emisoras de radio: "No queremos revancha", "Representamos la renovación"..., y así, todo el día.