La generación espontánea

"España nunca ha sido una potencia mundial. Las dos medallas olímpicas conseguidas han condicionado la opinión de los españoles sobre el esquí. Blanca y yo salimos por generación espontánea, pero los grandes campeones se forjan con una buena planificación, un trabajo serio dinero y luego suerte". Es el resumen de Paco Fernández Ochoa sobre el esquí alpino español.Paco, miembro de la Federación Internacional, considera que la recuperación del esquí español, tras la retirada de Blanca, pasa por un programa a medio y largo plazo centrado en los niños que habitan en los valles de la alta montaña: "Los muchachos de estas zonas llevan la nieve muy adentro, crecen y se desarrollan sobre ella y están más curtidos que los muchachos de la ciudad para afrontar el frío".

El hermano mayor de los Fernández Ochoa cree que "es muy aventurado pensar en ganar medallas en los Juegos de Nagano, en 1998. Un esquiador con proyección internacional pasa por estar entre los 50 mejores del mundo, y ni la actual generación de esquiadores españoles ni la que se prepara para el mundial de Sierra Nevada, en 1995, están clasificados entre los 100 mejores. La nueva generación de chavales puede ser el inicio de la recuperación".

"El campeonato del mundo de Sierra Nevada en 1995", concluye el medallista de Sapporo, "debe servir para darse cuenta de que hay estar presente de una forma regular en las grandes citas. No es fácil sacar esquiadores de élite. Contamos con medios y dinero y si Eslovenia consigue crear excelentes competidores, ¿por qué no España?".