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La guerra de los carteles enfrenta a las firmas del sector

Vicente González Olaya

El presidente de la Asociación Española de Publicidad Exterior, José Luis Alonso, admite la existencia de "ciertas tensiones en el colectivo". Alonso subraya que "hay vallas de Poster, SA, en la glorieta de Atocha, pero también de otras empresas, por lo que no se puede hablar de situación de privilegio". La colocación de los carteles en el centro de la ciudad se debe a la posibilidad legal que abre uno de los artículos de la ordenanza, en casos excepcionales que beneficien a la ciudad, para que las empresas puedan fijar vallas en determinados lugares.

José Cobos, director comercial de la empresa Publivía, considera "inaceptable" que a Poster le dejen poner vallas en cualquier parte de Madrid y a las demás empresas no. "El colectivo está muy enfadado con esta decisión del Ayuntamiento". El responsable de Publivía añade: "Según nuestros cálculos, ya han superado el número de 120 vallas permitidas por el concurso y actualmente ya han instalado más de 500 en Madrid: nos están haciendo mucho daño y estamos indefensos".

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Por su parte, Jesús García, director de Poster, SA, se muestra indignado: "Nosotros respetamos y cumplimos actualmente el concurso. Hemos realizado cerramientos en todos los lugares donde se nos obliga, e incluso en más, y sin embargo, no hemos instalado todas las vallas publicitarias a las que tenemos derecho. Se está intentando dar de nosotros una idea equivocada, cuando somos una empresa muy seria, con más de 70 años en el sector".

El escudo del sapo

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Algunos ciudadanos ya han comenzado a protestar a su manera contra la proliferación de vallas publicitarias. En el solar existente en la gran vía de San Francisco, esquina a la calle del Rosario, la basura y los desperdicios cubren todo el terreno. Lavadoras, televisores, escombros, jeringuillas, latas y excrementos salpican la parcela, utilizada habitualmente por yonquis y vagabundos, y donde se levanta una chabola de plásticos y maderas.

La situación de abandono del terreno ha motivado que un anónimo vecino, harto de tanta suciedad, haya colocado en la parcela su propia valla publicitaria. Metálica y de casi dos metros de altura, lleva dibujado el escudo de Madrid: oso y madroño rojos sobre fondo negro. Pero entre las hojas del árbol se distingue la silueta de un sapo negro rodeado por una docena de culebrillas.

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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