Las niñas de Alcàsser fueron asesinadas en el mismo lugar en que estaban sus cadáveres
Mirian García, Desirée Hernández y Antonia Gómez -las tres niñas de Alcásser- fueron asesinadas a sangre fría junto al agujero del barranco de La Romana donde fueron enterrados sus cadáveres. En una casa próxima a ese lugar se halló una toalla con restos de semen, lo que prueba que allí fueron violadas en ocho ocasiones, según la autopsia. Mientras, la Guardia Civil sigue buscando "día y noche" al presunto homicida Antonio Anglés.Los investigadores han llegado a la conclusión de que las tres adolescentes fueron recogidas por los criminales cuando hacían autoestop en Picasent e inmediatamente trasladadas por la fuerza hasta el paraje de La Romana. En una casa abandonada torturaron y violaron ocho veces a las niñas, en algunos casos introduciéndoles en la vagina un objeto metálico con forma piramidal, que fue hallado por la Guardia Civil en dicha vivienda.
Además, no se ha observado ninguna rastro de sangre en las paredes ni en el suelo, lo que ha hecho concluir a la Guardia Civil que el asesinato de las niñas no se produjo en ese lugar.
Hay indicios de que Mirian, Antonia y Desirée fueron maniatadas y obligadas a caminar unos 200 metros, tras lo que Anglés las mató a tiros antes de enterrar sus cadáveres en la fosa excavada junto a un colmenar. El hecho de que no se hayan recogido allí balas ni casquillos hace pensar que los agresores los recogieron para no dejar pruebas.
La búsqueda de Antonio Anglés no ha dado aún resultados, aunque fuentes policiales aseguran que no ha salido de la provincia de Valencia, donde cuenta con amigos y escondites.
Por otro lado, 18 reclusos de las prisiones de Teruel y Daroca (Zaragoza) están en huelga de hambre en protesta por el crimen de Alcàsser y en demanda de que los asesinos cumplan íntegramente la condena.
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