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El déficit exterior aumenta un 46% en 1992 y llega por primera vez al 4,1% del PIB

El déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente se disparó en 1992 hasta una cifra récord de 2,44 billones de pesetas, lo que equivale a un 4,1% del producto interior bruto (PIB) previsto por el Gobierno para ese año. Este volumen de desequilibrio exterior es el resultado de un fuerte aumento del déficit comercial acompañado de una disminución del tradicional superávit de servicios y transferencias. La última previsión del Gobierno, incluida en los presupuestos de 1993, preveía que este desequilibrio podía alcanzar el 3,4% del PIB. Antes, en el programa de convergencia aprobado en primavera, lo situaba en el 2,9% del PIB. Las dos previsiones han sido ampliamente superadas por el balance final.

1992 ha sido un mal año para las relaciones comerciales de España con el exterior. Ha aumentado el déficit comercial, ha disminuido el saldo positivo por servicios y transferencias, han caído las entradas netas de capital y, como resultado, se han reducido las reservas de divisas en 15.799 millones de dólares, es decir, en casi el 24% de las que mantenía el Banco de España al inicio del pasado año.El mal resultado de déficit exterior de 1992 se fraguó en la primera parte del año, pues desde el verano se ha moderado el crecimiento de las importaciones, mientras se mantenía -o incluso aumentaba- el ritmo de mejora de las exportaciones.

La corrección del último trimestre no ha evitado, sin embargo, que el déficit exterior alcance un récord histórico del 4,1% del PIB, en un ano caracterizado por un crecimiento económico muy reducido y que previsiblemente quedará en poco más del 1%.

Último trimestre

Además, aunque en el último trimestre las importaciones frenaron su expansión mientras mejoraban las exportaciones, es en estas fechas dónde se concentran las mayores salidas de capital y, por tanto, la principal disminución de las reservas de divisas.

Diciembre es una muestra de esta nueva tendencia, que tanto el Gobierno como la patronal CEOE esperan se mantenga a lo largo de 1993. Durante el último mes del ejercicio, el déficit comercial se redujo un 20%, gracias al crecimiento de un 11,5% de las exportaciones y a la práctica congelación de las importaciones, según los datos que facilitó ayer el Banco de España. El banco emisor asegura, en la nota que acompaña a los datos de la balanza de pagos, que en diciembre "el déficit corriente experimentó una notable reducción al cifrarse en 179.000 millones de pesetas, frente a los 272.000 millones del año anterior".

El problema es que, en el conjunto del año, las importaciones han aumentado un 23%, mientras que las exportaciones sólo lo hacían a un ritmo del 6%. Además, las entradas netas por servicios (fundamentalmente turismo) y transferencias (públicas y privadas) disminuían en un 20% y un 15%, respectivamente.

El resultado de esta evolución es el 46% de aumento de déficit exterior, que no ha dejado de subir en los últimos años, acompañando al fuerte crecimiento económico. Hasta 1987, la balanza de pagos por cuenta corriente arrojaba un superávit, es decir, un saldo positivo.

El primer déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente, en 1988, fue de sólo 349.000 millones de pesetas, pero la economía creció ese año un 5,2%.

En 1989 el déficit exterior se cuadruplicó y, mientras comenzaban las preocupaciones del Gobierno por el calentamiento de la economía, ésta creció un 4,8%.

Los siguientes años muestran como sigue aumentando el déficit exterior pero cada vez con menos crecimiento económico. El primero subió un 16% en 19901 con un crecimiento del 3,6%; un 10% en 1991, con un 2,4% de mejora del PIB, y el 46% del último año, pero esta vez con un crecimiento económico aún no determinado con exactitud pero que superará por poco el 1%.

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