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Las "peonás" de Bilardo

El técnico argentino del Sevilla entrenó ayer nueve horas con su plantilla

Carlos Bilardo dio ayer toda una peoná. El técnico argentino puso en práctica un sistema de trabajo consistente en dividir por grupos a su plantilla y entrenar con ellos casi de sol a sol, como las peonás de los obreros andaluces del campo. El doctor Bilardo dio un ejemplo de profesionalidad.

Si sus críticos le achacan cortar todo brote de improvisación y azar en el terreno de juego, Bilardo aplicó ayer la máxima de su maestro Oscar Zubeldía para ser fiel a sus principios: trabajo, entrega, método y orden. "Si un trabajador está 7 u 8 horas en el trabajo, ¿por qué no un futbolista?", sentenció.Sesiones por grupos de estrategia práctica y con vídeo y de aplicación conjunta en un partidillo se desarrollaron ayer ininterrumpidamente en la ciudad deportiva sevillista desde las diez de la mañana hasta la caída del Sol. Bilardo ensayó todo tipo de jugadas y recordaba casi constantemente a sus jugadores los fallos apreciados en los últimos encuentros disputados y otras situaciones tácticas entresacadas de la última jornada liguera.

Dicen que la videoteca de Bilardo es un tesoro en cuanto a calidad y cantidad de partidos de fútbol grabados, pero lo cierto es que su memoria futbolística es aún más prodigiosa y tiene más capacidad y rapidez que cualquier procesador informático.

Así, durante una de las minisesiones le comentaba a Monchi, el guardamenta suplente del Sevilla, algunos errores cometidos en su saque durante el último encuentro de Copa frente al Mérida disputado el día 20: "¿Te acuerdas, Monchi?", le inquiría Bilardo, mientras ordenaba la salida del área de los centrales Prieto y Martagón para montar el contraataque. Más tarde ensayó, con Pineda lanzando balones desde el lateral, el fallo de marcaje que dio origen al último gol de Bebeto en la Liga, conseguido en el descuento del partido Rayo Vallecano-Deportivo.

Los grupos de trabajo se su cedieron durante la jornada. Para Bilardo no hubo recambio. Los jugadores habían sido citados a las 10.00, 11.00, 12.30, 13.30 y 16.00. Como colofón, todos juntos a las 17.30 para poner en práctica lo ensayado con un partido entre los componentes de la plantilla.

Escapar de la rutina

Bilardo confesó ayer que aplica este sistema de entrenamientos desde la temporada 1974-75, cuando lo comenzó a utilizar en Argentina, y lo ha bautizado con el nombre de Carrusel. Fiel a su metodología, el técnico selecciona previamente a los seis componentes de cada grupo. Siempre un guardameta con defensas, centrocampistas o delanteros, según interese en cada aspecto táctico a tratar.

Este sistema, según Bilardo, pretende persuadir a los jugadores de entrar en la rutina de los entrenamientos ordinarios de mañana y tarde, a los que están acostumbrados la mayoría de los equipos profesionales españoles. Bilardo asegura que la plantilla ha aceptado de buen grado el sistema, que ya aplicó en menor grado durante la pretemporada. "Colaboran todos y no han puesto problemas. No ha sido difícil", afirmó ayer el técnico.

La afición sevillista ha respondido también satisfactoriamente al método Carrusel de Bilardo. Los aficionados que se concentraban ayer en la ciudad deportiva coincidían al elogiar la profesionalidad del técnico y en la exigencia de más horas de trabajo. para los futbolistas. "Aquí hace mucho que no se veía entrenar tanto.

Es bueno que los jugadores ensayen más tiempo para que fallen menos... Con lo que cobran, ¿qué menos?", comentaban unos mientras otros se quejaban de que las sesiones eran más aburridas y que preferían más partidillos en los entrenamientos.

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