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Las familias con un sueldo necesitan destinar más de la mitad de sus ingresos a adquirir una vivienda

Una familia media española con un sólo sueldo debe destinar un 52,1% de sus rentas si quiere comprar una vivienda, según un estudio realizado por el Banco Hipotecario. Este análisis refleja, además, que en sólo ocho años las dificultades de carácter económico de una familia para adquirir su primera residencia han aumentado un 50%, a pesar de que los tipos de los préstamos hipotecarios han pasado del 15,80% en 1985 al 13,44% en el primer semestre 1992.

Comprar una vivienda con una sola fuente de ingresos sin acudir a las subvenciones públicas es una tarea imposible para una familia media española. Primero, porque debería destinar más del 50% de sus ingresos única y exclusivamente a ese fin, según demuestra un estudio del Banco Hipotecario, cuando los expertos coinciden en considerar muy arriesgado que ese nivel de endeudamiento ronde el 30%. Segundo, porque muy probablemente no encontraría el respaldo de los agentes financieros. Bancos, cajas y sociedades de crédito hipotecario tienen como regla de oro no sobrecargar el riesgo más allá de ese fatídico 30% de ingresos familiares.Para realizar el análisis, el Hipotecario se ha servido de la comparación de varios elementos, como el precio medio de la vivienda, la renta familiar disponible anualmente, y los tipos de interés, así como de sus respectivas evoluciones históricas desde 1985 hasta el primer semestre de 1992. La mezcla de estos elementos arroja el porcentaje de ingresos que una familia debe invertir para convertirse en propietario inmobiliario o lo que los técnicos denominan esfuerzo de accesibilidad a la vivienda.

A lo largo del primer semestre del año que acaba de concluir, ese esfuerzo se situaba en el 52,1%, cuando en 1985 se colocaba en el 34,3%. Es decir, que en tan sólo ocho años, las dificultades económicas para adquirir una vivienda -la primera en el estudio del Banco Hipotecario- aumentaron del orden de un 50%.

La clave de este paulatino deterioro de las posibilidades económicas de los potenciales propietarios se encuentra en el espectacular incremento de los precios de las viviendas registrado en la segunda parte de la década de los ochenta, que choca con el más moderado aumento de la renta familiar disponible en el mismo periodo de tiempo o con la disminución de los tipos de interés de los créditos. Los datos del Banco Hipotecario, recogidos entre 1985 y 1992, son concluyentes al respecto:

-El precio medio de la vivienda usada financiada ha pasado de cerca de cuatro millones en 1985 a más de diez millones en 1992. Es decir, casi se ha triplicado. Y eso que durante los últimos meses de 1991 y todo 1992 los precios se han mantenido congelados, e incluso con tendencia a la baja.

-La renta familiar disponible anual, por su parte, no ha llegado ni a duplicarse. Los 1,2 millones de pesetas de 1985 se han convertido en poco más de dos millones en el primer semestre de 1992.

-Los tipos de interés, mientras tanto, se han reducido, pues han pasado del 15,80% de 1985 al 13,44% de 1992.

Con estos datos en la mano no es de extrañar que los analistas de la entidad financiera que pertenece al grupo público Argentaria concluyan que "Ia vivienda media puesta a la venta en España sólo resulta asequible si en el hogar existen dos personas que obtienen una remuneración regular, y si dicha remuneración salarial se sitúa en torno a la media".

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