Entre el mecenazgo y la precariedad
La mayoría de presidentes de federaciones españolas se mueven entre el mecenazgo y la precariedad. Domingo Bárcenas, nuevo mandatario de la Federación de Balonmano, no tiene problemas de dedicación debido a que se ha jubilado recientemente y proclama que, a pesar de dirigir una de las federaciones con mayor presupuesto -casi 500 millones de pesetas en 1991- no piensa cobrar un duro. "Si hay 10 millones de pesetas de más, prefiero invertirlos en el balonmano de base", asegura. Algo parecido hizo Oriol Mauri, reelegido presidente de la Federación de Motociclismo, cuando durante los dos primeros años y el último de su legislatura suprimió los, gastos de representación por los que percibía unas 70.000 pesetas mensuales. "Lo hice para ayudar a los pilotos jóvenes, pero tampoco es lógico que el deporte, además de tiempo, te cueste dinero", comenta Mauri, que posee una industria textil.
Otros gastos
José María Odriozola, reelegido en la Federación de Atletismo, en la que cuenta con un presupuesto superior a 1.000 millones de pesetas, tampoco cobra. Mantiene cierto recelo por la dependencia que ello podría suponerle respecto a la Administración. Odriozola, catedrático de Bioquímica en la Universidad Complutense de Madrid, tiene asignados unos gastos de representación de unos 2,5 millones anuales.Fernando Bolín, nuevo presidente de la vela española, considera que son las circunstancias las que deben mandar". "Personalmente, resido en Madrid, estoy medio retirado y poseo un pequeño negocio familiar. Es decir, no dependo económicamente de terceros; por eso puedo dedicarle a la federación bastantes horas". Carlos Cebriá, también presidente de nuevo cuño en la Federación de Hípica, no considera necesario un sueldo: "La ley ya nos permite que existan unos gerentes y con ello es suficiente porque es la persona que lleva el peso de la federación en el día a día".
Una situación paradigmática sobre lo que acontece en las federaciones más modestas la cuenta Luis Ángel Melero, secretario general de la de béisbol: "No nos podemos permitir el tener un presidente remunerado. En 1992 ingresamos unos 111 millones de pesetas, pero de ellos apenas 12 provenían de recursos propios". En una situación parecida a la del béisbol se encuentran el boxeo, el tenis de mesa, el voleibol, el tiro con arco, el yudo, el automovilismo, el patinaje, el hockey hierba, la esgrima, el bádminton, el piragüismo, el golf y la halterofilia. El presidente de esta última federación, Rafael Santoja, resume: "En este cargo hay que estar dispuesto a dar mucho y a recibir muchas satisfacciones tan sólo morales".
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