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HB pide a los activistas que no guarden en sus locales objetos que vayan a utilizar en atentados

Gorka Pique Vitoria, uno de los seis detenidos por la Guardia Civil en Guipuzcoa hace unos días como presuntos integrantes de un comando de apoyo a ETA, reveló que los dueños del local de la sede del comité local de HB donostiarra les indicaron el pasado agosto "que no guardaran en él objetos susceptibles de ser utilizados en acciones delictivas", orden que ignoraron.

Los seis activistas, ya presos por orden de Baltasar Garzón, titular del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional, arrojan en sus declaraciones más luz sobre estos grupos supuestamente emanados y dirigidos desde KAS (Koordinadora Abertzale Sozialista), en una suerte de equipo filial de ETA. Estos activistas, a diferencia de los capturados en Vizcaya, niegan pertenecer al MLNV (Movimiento de Liberación Nacional Vasco), lo que se interpreta como reciente consigna para evitar la criminalizacion de esas formaciones. Sin embargo, todos admiten su participación en atentados en apoyo de ETA.

Capuchas en el armario

Pique relata que para la quema de locutorios telefónicos en el paseo de la Concha, el pasado septiembre, "cogieron las capuchas de la Herriko [sede de HB], lugar donde las guardan habitualmente". "Las capuchas solían guardarse en el armario correspondiente a Jarrai. Dicho local es la sede del comité local de HB en la parte vieja [de San Sebastián]. En agosto, se les indicó que no guardaran en él objetos susceptibles de ser utilizados en acciones delictivas", declara el activista.Un local de Gestoras-Pro Amnistía, Auzoak, sirvió también al grupo para colocar un artefacto en una sucursal donostiarra del Banco de Santander a fines de octubre pasado. "El artefacto estaba compuesto por una bombona de cámping gas, un aerosol, dos botellas de gasolina, un cohete pirotécnico y mecha. Prepararon el artefacto en un local de Auzoak. El material lo guardaron en dicho local. El cohete lo obtuvieron en Auzoak", dice Pique.

Ignacio Larrea explica que para proceder al incendio de vehículos franceses aparcados en Oñate (Guipúzcoa), previamente "se desplazaron al local de Gestoras Pro-amnistía, en el barrio de San Lorenzo, del cual recogieron dos latas de cinco litros cada una de disolvente".

Urko Armas afirma que unos folletos que recibió con instrucciones para confeccionar cócteles mólotov y lanzacohetes Ios dejó en un archivo de la organización juvenil Jarra¡". Este activista evidencia la crisis de vocaciones de ETA, ya que en el verano de 1990 "recibió una carta en su domicilio, remitida por ETA". "En ella le explicaba que hacían falta militantes para la banda y le convocaban a una cita posterior", añade.

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