El poderoso influjo del Valle de los Caídos
Los nostálgicos del franquismo no quieren saber nada de la 'camada negra'
El Caudillo era su líder y le seguían. Lo tenían claro. "Sabíamos lo que hacíamos", aseguran los nostálgicos del régimen. Corría el 20 de noviembre de 1975 y la muerte de Franco marcaba el nacimiento de la nueva camada negra. Y éstos no lo tienen tan claro. A Franco lo conocen de oidas. Lo que "les priva" son los uniformes y la parafernalia nazi. Su poso histórico e ideológico tiende a cero. Son los fachas violentos, los cabezas rapadas que parecen haber resurgido en las zonas residenciales de Madrid que se extienden a las orillas de la carretera de La Coruña, la misma que lleva al Valle de los Caídos. Junto a esta carretera murieron la dominicana Lucrecia Pérez y el marroquí Hassan El-Yahyhoui.
Mientras los presos del franquismo levantaban la cruz del Valle de los Caídos muchos de los afines al régimen construían sus casas de verano en la zona. Así podían admirar la obra faraónica del general. Esos pueblos fueron poblados mucho más tarde por la clase media alta de Madrid, por sectores acomodados de todas las ideologías. Tras ellos llegaron los inmigrantes para trabajar en las lujosas casas de la zona.Y la historia ha reventado ahora. En Torrelodones fueron detenidos Víctor y Felipe, ambos de 16 años, por complicidad en el asesinato de la dominicana Lucrecia Pérez. El autor de los disparos fue el guardia civil Luis Merino Pérez, de 25. Desde esa localidad, como desde casi todos los pueblos de la Sierra de Guadarrama, se divisa la cruz de 150 metros de altura que marca el lugar donde están enterrados Franco y José Antonio Primo de Rivera, el fundador de la Falange. Durante estas fechas, coincidiendo con el centenario del nacimiento de Franco -El Ferrol, 4 de diciembre de 1892-, "el número de visitantes se ha mantenido", asegura un conserje del recinto del Valle de los Caídos. Torrelodones está muy ligado a Franco. Éste acudía allí desde el palacio de El Pardo hasta el palacete de El Canto del Pico a través de un camino privado. Esta localidad se levanta junto a la autopista que fue una obsesión para Franco, la de La Coruña, la que le llevaba al pazo de Meirás.
"¡Rojos fuera de Torrelodones!", advierte una pintada. El Gobierno municipal de independientes del PP mantiene en .Torrelodones los símbolos de la dictadura. 'Yo soy de derechas y falangista, pero no cabeza rapada ", se defiende un vecino. El concejal de IU, Juan Vicente Ruisánchez, compara a los ultras con los "lobos". "Donde habitan no hacen daño y se van a otro lugar".
La plaza de los Cubos, en Madrid; la carretera de Torrelodones; en Galapagar; el casco antiguo, en San Lorenzo de El Escorial; la Gran Vía, en Majadahonda y algunos pubs en Pozuelo son sus lugares de reunión de los grupos skins y las peleas son frecuentes.
Hay hechos concretos: en Majadahonda recibió un olpe mortal de un grupo de cabezas rapadas el marroquí Hassan El Yahyhoui, que murió el 24 de noviembre tras 9 días en coma. El presunto autor de la agresión, Pablo López Peña, ole 19 años, El remos, sigue en prisión. Los vecinos de Galapagar, donde ha habido varias reyertas graves con heridos, aún. se recuerda a la "secta ultra" llamada Hermandad de la Virgen de Covadonga, formada por jóvenes que pregonaban Ia tradición, la religión y la política de los Reyes Católicos". Desfilaban por el pueblo montados a caballo, portando estandartes medievales.
"En Cercedilla Blas Pifiar fraguó la revista Fuerza nueva", recuerda un vecino. Y en Navacerrada veraneaba Ramón Serrano Súñer, el cuñadisimo, que fue la mano derecha de Franco.
Pegar por aburrimiento
Muy cerca está San Lorenzo de El Escorial, gobernado por los socialistas y uno de los núcleos donde aún se encuentran algunos nostálgicos del franquismo. Aquí han aparecido los temidos cabezas rapadas o skins skins. "Visten de cuero negro, llevan botas militares...", comenta un policía local. Recientemente agredieron a un mendigo. "Los skins le dijeron al juez que estaban aburridos y que no tenían otra cosa que hacer", asegura un vecino.Lorenzo Romera Izquierdo, 67 años, candidato a la alcaldía por Falange, se desvincula de la camada negra. "Son niñatos, cabezas rapadas, que van de violentos por la vida y que se quieren amparar en la Falange. Es una historia que nos gustaría revivir". Romera piensa que "la derecha va a resurgir". En San Lorenzo de El Escorial veraneó Carrero Blanco.
""La santa cruz del Valle de los Caídos", para unos, "Cuelgamuros", para otros, se puede ver también desde el edificio España de la Gran Vía de Madrid, a unos 50 kilómetros de distancia, los kilómetros sobre los que ejerce su poderoso influjo.
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