Tiempo de crisis

Jugadores importantes como Danny Ferry, Toni Kukoc y Dino Radja optaron por la Liga italiana desoyendo los cantos de sirena de la mejor Liga del mundo, la NBA. Ahora, con pérdidas de miles de millones de pesetas, con la deserción de algunos patronos importantes y con su presidente, el honorable Gianni de Michelis, bajo sospecha de corrupción política, la Lega vive tiempos de crisis.

Hubo un tiempo, muy reciente en que el baloncesto italiano se encontraba en la cima del mundo. Poderosos hombres de empresa, empresarios de fama y renombre mundial habían penetrado en el mundo del baloncesto. Raúl Gardiní, propietario del conglomerado industrial Ferruzzi, aterrizó en Roma. Sus fichajes millonarios incluyeron jugadores como Ferry, Radja, Mahorn, Brian Shaw, además de transacciones de jugadores locales como el escolta Niccolai, cifrado en más de mil millones de pesetas.La multinacional textil Benetton inyectó fuertes sumas de dinero en la escuadra de Treviso para conseguir fichajes nacionales como el pivot Stéfano Rusconi y de jugadores internacionales como Del Negro, Terry Teagle y, sobre todo, Toni Kukoc. Kukoc disfruta en Treviso de unas ganancias estimadas en 300 milIones de pesetas, libres de impuestos, por temporada. Radja, en Roma no baja de 200 millones netos. Los equipos de Milán y Bolonia entraron también en esta guerra de fichajes. provocando una espiral inflacionista. El salario medio de un jugador extranjero en Italia subió a 50 millones de pesetas por temporada.

Los jugadores extranjeros se acomodan en palacios renacentístas; disfrutan de chófer, cocinero, y personal doméstico a su servicio. Era el símbolo de plenítud económica y de un esplendor, hasta cierto punto, decadentes. Pero por debajo de ese aura de bonanza económica, la gran mayoría de los clubes italianos sufrían serios desequilibrios en sus libros contables.

Y estalló la crisis. Raúl Gardini anunció al inicio de esta temporada su salida inmediata del club romano. Gílberto Benetton ha comentado también que reducirá su patrocinio a partir de la próxima temporada. En consecuencia, es altamente probable que Kukoc abandone el Benetton y se lance a su aventura NBA, haciendo valer una cláu,ula en su contrato. La crisis económica es, para muchos, la prinipal culpable de esta situación. Las pérdidas económicas de los clubes italianos son también preocupantes y se cifran en 3.000 millones de pesetas.

Liga Profesional europea

Los miembros de la Lega son conscientes del declive económico y deportivo. La postura de los gobernantes de la Lega es poco clara ante el problema doméstico y muy confusa y conservadora ante la posibilidad de encarar nuevos proyectos supranacionales. Es evidente que la Liga ítaliana tiene un tremendo temor a chocar con la FIBA. Pero los clubes italianos más representativos, encabezados por el Philips de Milán, entienden que es imperativo que los más poderosos rompan el techo y constituyan una Liga Profesional Europea muy similar al modelo NBA. Según esta teoría la marcha hacia arriba de equipos como Milán, Roma o Bolonia permitiría a su Liga nacional establecer unas dimensiones deportivas y financieras más acordes con la realidad.