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El juez deja en libertad a los cuatro acusados de pertenecer a Tierra Lliure

El juez de la Audiencia Nacional Carlos Bueren dejó ayer en libertad bajo fianza de dos millones al dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Jordi Vera, al militante Salvador Soutullo y al miembro de Catalunya Lliure, Gustau Navarro. Agustí Cerdá, afiliado a este último partido, quedó en libertad sin cargos. La puesta en libertad bajo fianza de los tres primeros se debió a su arrepentimiento. La Fiscalía solicitó la libertad de estas cuatro personas detenidas el martes pasado por supuesta vinculación con Terra Lliure.Los abogados defensores de los cuatro detenidos especularon con la posibilidad de que a partir de ahora se utilice la fórmula de citar, y no de detener, a personas sospechosas de haber colaborado en el pasado con la banda armada Terra LLiure, disuelta en julio de 1991. Por el contrario, el auto de prisión eludible bajo fianza para los tres ex activistas dictado por Bueren es explícito: "Parece desconocerse que por imperativo del Estado de derecho la participación en actividades criminales ha de ser en todo caso objeto de investigación por la justicia, sin que ello impida la adecuada resolución de los conflictos sociales en otras áreas extrajudiciales". También recuerda que "la pertenencia a organización terrorista es comportamiento que merece sanción prevista en el Código Penal, comprendida entre seis años y un día y los doce años, con independencia en concreto de los hechos que uno efectúe por aquella militancia ilegal".

Según los cargos del auto, Navarro y Soutullo participaron directamente en la colocación de artefactos, mientras que Vera, no sólo fue dirigente de Terra Lliure, sino que realizó personalmente entregas de armas y explosivos. El abogado de ERC, Joan Ridao, expresó, al concluir los interrogatorios, su satisfacción por las libertades decretadas por el juez, de quien criticó el "rigor excesivo" que había mostrado en los primeros días de la declaración.

Un médico forense reconoció en el juzgado a Navarro, que presentaba un enorme hematoma en el vientre que, le ocasionaron, dijo, guardias civiles en Madrid con patadas y puñetazos. También Cerdá sostuvo que le inflingieron malos tratos en las muñecas. Los dos detenidos de ERC subrayaron ante Bueren que la Guardia Civil les dispensó un trato exquisito. Bueren ha abierto una investigación sobre estos presuntos malos tratos, por lo que citará a los guardias presuntamente implicados.

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