Tres ocasiones perdidas para lograr una "dinámica de paz"

Juan María Ollora, portavoz del Partido Nacionalista Vasco en el Parlamento autonómico de Euskadi, es una de las personas que representó a dicho partido en las conversaciones con Herri Batasuna. Confirma que, a lo largo de las conversaciones PNV-HB del verano pasado no sólo se estudió un temario político, sino que hubo tres oportunidades de materializar una "dinámica de paz". A ella están condicionados los "escenarios que estudiados [por e PNV] sobre la construcción de Euskadi" y respecto a los cua les "nada va a decir [el PNV] para no quernarlas", argumenta.Ollora asegura que la última oportunidad de plantearse con fuerza el fin de la lucha armada se produjo en la reunión final, del pasado 29 de julio, "cuando HB trajo una propuesta de comunicado de cierre de las conversaciones y el Partido Nacionalista Vasco le entregó un documento político, que incluía la oferta de pedir la reanudación de con tactos con el Gobierno".

"Nosotros", agrega el dirigente nacionalista, "estábamos dispuestos a propiciar la vuelta del secretario de Estado, Rafael Vera, a Santo Domingo s ETA se mantenía quieta hasta el 31 de agosto". ¿Conocía e Gobierno esos planes previa mente? "Sí, los conocía", con testa Ollora, "lo cual no quiere decir que les pidiéramos permiso para ello", matiza.

Ambos compromisos de Partido Nacionalista Vasco eran su plan para este otoño pedir la reanudación de con tactos entre el Gobierno y la banda terrorista, y pasar, continuación, a estudiar la posibilidades de una nueva solución política para el futuro de Euskadi. Pero ETA n respetó el período de tregua exigido por el PNV.

Más atentados

Por su parte, destacados representantes de Herri Batasuna se encojen de hombros cuando se les pregunta sobre la reanudación de la violencia y la realización de nuevos atentados por parte de ETA. "Mientras ETA no decida una tregua, es obvio que siempre puede haber atentados", se limita a comentar un miembro de la Mesa Nacional de HB.

El último atentado mortal provocado por la organización terrorista costó la vida a Miguel Miranda Puertas, un subteniente músico de la Guardia Civil, de 64 años de edad, que fue alcanzado por la deflagración de un cochebomba en el barrio madrileño de Moratalaz. El mismo atentado hirió de gravedad a un cabo de la Guardia Civil. En las proximidades del lugar de la explosión se encuentran tres colegios.

La víspera de esa acción terrorista había sido detenida en Biarritz (Francia) Izaskun Rekalde, esposa del dirigente de ETA Santiago Arróspide, Santi Potros.