El Barca se rehabilitó ante el Real Madrid

Todos los análisis tirados por la borda. Ríos de tinta, sesudos planteamientos y el anunciado triunfo del Real Madrid se quedaron en puro ejercicio de futurología. No hay que fiarse de las apariencias. Son muy traicioneras. El Barcelona llegó emboscado a Madrid.El Barcelona dio primero y último. Con un quinteto de gran altura física y técnica, dominó las primeras escaramuzas de la mano de un brillante Montero, al que no pudo sujetar Antúnez. El Real Madrid tardó seis lanzamientos en meter su primera canasta, y rápidamente quedó muy claro que ni Sabonis ni Brown tenían una alfombra en la zona para marcar sus demoledores pasos. Savic y Norris se colgaron en sus respectivas espaldas (algunas veces de forma literal) y el ataque madridista se hizo lento e inseguro.

A pesar de los esfuerzos de Simpson, el equipo blanco empezó a ir a remolque. Son los peligros de la descompensación que sufre este equipo blanco. Tienen el mejor juego interior del país, pero no han conseguí do todavía que el hacer brillar a estos dos jugadores (Brown y Sabonis) haga olvidar en ocasiones los diferentes recursos que atesoran los hombres de exterior.

Empleando más de la mitad de su energía en labores destructivas, el ataque azulgrana era lento pero seguro. A Jones le costó entrar en calor, pero cuando cogió la onda, su muñeca echó chispas. Un par de contraataques bien hilados por Lasa y un triple de Simpson supusieron los únicos momento en los que el juego del Barcelona pareció descomponerse. El encuentro se igualó (36-36, minuto 18) y se entró en una larga fase de espera que duró 18 minutos de juego. Del choque estelar Sabonis-Norris, la misma tónica de igualdad, lo que no dejaba de ser una mala noticia para el Real Madrid.

El Barcelona, casi sin quererlo, se encontró con medio partido ganado. El Madrid, sin darse cuenta, había perdido la concentración y sólo le quedaron fuerzas para seguir peleandose con los árbitros, craso error pues quedaban tres minutos por delante. Pero Sabonis estaba en el banquillo, y eso se nota.