Los 264.640 empleos perdidos en un año sitúan al mercado laboral en el nivel crítico de 1984

Los 264.640 empleos que se han destruido en los últimos 12 meses y el aumento de 308.960 parados prueban que la situación de] mercado laboral es tan dramática como en 1984 y en los años anteriores de crisis industrial. El número de ocupados ha caído incluso, durante el tercer trimestre, en 45.310 personas, cuando ese fenómeno era desconocido desde 1982 en los meses de julio, agosto y septiembre por el habitual tirón de las tareas de temporada. Otro dato conocido ayer a través de la Encuesta de Población Activa es que en un año se han perdido 341.980 contratos indefinidos.

Tras conocerse la EPA, el ministro de Economía, Carlos Solchaga propugnó en Bruselas una mayor flexibilidad de las plantillas laborales y una disminución de los costes laborales, como respuesta al aumento del paro. El instrumento para obtener tales objetivos debiera ser, según Solchaga, un pacto de empleo con los sindicatos que implicara una reducción en el reparto de beneficios a cambio del mantenimiento de las plantillas. Un similar llamamiento a la moderación de las rentas de trabajadores y empresarios hizo la ministra Portavoz, Rosa Conde, quien aseguró que los datos de la EPA "no son una buena noticia" y calificó de "delicada" la situación económica española.La cifra total de parados se situó al concluir el tercer trimestre de este año en 2.788.940 personas, lo que representa un crecimiento de 102.900 desempleados respecto al trimestre anterior y de 308.960 en el periodo de un año. La tasa de paro sobre población activa ha subido al 18,5% y, al igual que ocurre con el número total de desempleados, se retrocede el camino recorrido desde 1988 y los años de alto crecimiento.

Desde 1984 no se producía una destrucción de empleo tan elevada -entonces aumentó en 301.000 personas- ni una subida tan fuerte del paro -hace ocho años fue de 388.000 personas-.Paro por sectores

La caída de empleos a lo largo de los últimos doce meses afecta a todos los sectores, salvo los servicios, donde aumentó en 9.020. En la construcción se han perdido 95.330, en la agricultura 89.180 y en la industria 89.150. El paro durante el mismo periodo ha crecido también con la excepción de la agricultura con un aumento de 75 ocupados, mientras que en los servicios crece en 144.850 desempleados, en la construcción 111.290 y en la industria hay 53.600 parados más.

Los datos referidos al tercer trimestre de este año empeoran el panorama. Ya en 1991, los meses de julio, agosto y septiembre fueron negativos por el aumento de 92.000 parados, pero entonces se crearon 55.000 empleos, mientras que en ese mismo periodo de 1992 se han destruido empleos -45.310- y el paro ha crecido en 102.900 personas.

Tanto la caída del empleo como el aumento del desempleo afectan sobre todo a la población masculina, que sufre un retroceso de 269.440 ocupados en un año -65.040 de ellos, en el último trimestre- y experimenta una subida de 204.580 parados en doce meses -81.580 del pasado trimestre- El aumento de mujeres paradas es menor -104.370 en doce meses y 21.3 10 en los últimos tres- que se une a un crecimiento de las ocupadas de 4.8 10 en los últimos doce meses y de 19.720 en el tercer trimestre del año.

El número de contratos indefinidos experimenta una considerable pérdida de 341.980 en el periodo del último ano y de 51.790 a lo largo del último trimestre. Los contratos temporales suponen ya el 33,97% del conjunto de asalariados.

La cifra total de 2.788.940 parados conocida ayer a través de la EPA de finales de septiembre contrasta con el paro registrado del mismo mes que arroja un número total de 2.195.300 desempleados inscritos en las oficinas de empleo -en octubre llegó a 2.272.100 personas-. La confusión aumenta si se compara la destrucción de empleo recogida en la EPA y el constante aumento de los trabajadores cotizantes a la Seguridad Social (ver gráfico). En éste incremento influyen la rotación de trabajadores temporales en la actividad y en el paro -figuran como cotizantes cuando reciben prestación contributiva- y la afloración de economía sumergida.

Solchaga valoró la EPA en una de las interrupciones del Consejo de Ministros conjunto de titulares de Exteriores y de Economía de los Doce, destinado a debatir las perspectivas financieras de la Comunidad. "Es una mala noticia que no tiene paliativos", aseguró. Y añadió: "Hay momentos en que el empleo se comporta mejor por razones estacionales. Este año se ha comportado peor y no se ha visto compensado por el empleo en la construcción y en la agricultura".

El ministro sacó sus propias conclusiones de estos pésimos datos estadísticos: "Es una señal clara de hasta qué punto las empresas se adaptan de modo muy rápido a la desaceleración económica. En la medida en que encuentran una cierta rigidez en la adaptación a la baja de los costes laborales se produce una adaptación a la baja de las plantillas".

La disyuntiva que planteó Solchaga es clara: o se recortan los salarios a cambio de limitaciones en el reparto de beneficios y de un aumento en la reinversión o se recortan las plantillas. "Dada la velocidad con que se adaptan las plantillas a la baja sería bueno que se llegara a acuerdos que garantizaran el nivel de empleo, y me parece lógico también que se limiten los beneficios distribuidos para dedicarlos a inversiones". Crisis de gobierno

Los agentes sociales coincidieron en expresar su preocupación por la evolución del empleo y el paro. La ejecutiva de UGT, además de insistir en la petición de un cambio de la política económica, pidió ayer un relevo del ministro de Economía "resultado de una crisis de Gobierno que permita un profundo cambio de rumbo".

CC OO no llega tan lejos pero sí subraya la ineficacia de una política con la que, en un año, se ha destruido tanto empleo como el creado en la etapa de expansión económica.

Para la patronal, la EPA confirma la paralización de la actividad económica, lo que considera "especialmente grave a un mes vista de la entrada en vigor del Mercado único". El primer partido de la oposición, el Partido Popular, coincide en que la situación es "grave".