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Kohl admite públicamente la recesion de Alemania

El canciller Helmut Kohl aceptó ayer públicamente, por primera vez, el hecho de que Alemania se encuentra sumida en una recesión económica. "En esta fase de la recesión sería venenoso introducir nuevas cargas fiscales", dijo Kohl ante el Bundestag (Parlamento alemán), rechazando las pretensiones de la oposición socialdemócrata de una subida inmediata de los impuestos para financiar la reconstrucción de la antigua Alemania comunista. El discurso, de más de una hora, del canciller alemán se produjo durante el segundo debate del presupuesto del Estado para 1993.

Recesión, la palabra maldita, no figuraba en el texto oficial del discurso del canciller, al igual que muchas otras precisiones que ayer, un Kohl adusto y con semblante preocupado, desgranó ante los parlamentarios durante más de 90 minutos. El canciller indicó que los efectos de la recesión económica mundial habían tardado en llegar a Alemania gracias al tirón económico provocado por la unificación. "Estamos en ella", dijo Kohl, "ha llegado más tarde a Alemania, si somos honestos, porque hemos tenido la buena suerte de la unificación, en este caso también en el campo económico".

Cierre de industrias

Kohl, asimismo, dio algunas pistas sobre la propuesta del Gobierno en torno al contenido del ya famoso "pacto de solidaridad", en el que debe involucrarse tanto el Gabinete como la oposición, la patronal y los sindicatos. Hace ya unos días que su Gobierno, tanto los democristianos como el ministro de Economía, el liberal Jürgen Moellemann, dieron marcha atrás sobre el cierre de las grandes industrias de la ex RDA que no han podido ser privatizadas, concediendo un plazo mayor para no aplicar el bisturí del cierre en el momento más negro de la crisis.A cambio de esta concesión que va a significar un mayor endeudamiento de la Treuhand -el holding público que abarca las industrias de la antigua Alemania del Este-, el Gobierno recomienda a los, sindicatos moderación salarial, a ser posible por debajo del aumento del coste de la vida.

A los empresarios, el canciller les pide que garanticen los periodos de aprendizaje de los trabajadores jóvenes, es decir, de los que llegan al primer empleo, por varios años. En Alemania, las empresas -tanto grandes como medianas- utilizan un sistema de aprendizaje muy efectivo que se considera uno de los grandes secretos de su productividad. Pero en los, últimos años, debido a la recesión, el número de jóvenes contratados como aprendices ha descendido grandemente.

Kohl sugirió asimismo que la empresas de la parte occidental se comprometan a comprar más bienes y servicios de las nuevas empresas del Este, como por ejemplo piezas de recambio o materias primas. Igualmente, desea que se comprometan a destinar una parte fija de sus inversiones a la ex RDA.

Ayer mismo, sin embargo, estas esperanzas sufrieron un fuerte golpe. La empresa automovilística Audi, subsidiaria de Volkswagen, anunció su decisión de construir una fábrica de motores en Hungría en lugar de la antigua Alemania oriental, por razones salariales. Audi desechó la oferta de la ciudad de Magdeburgo, en Sajonia-Anhalt, que le garantizaba importantes subvenciones, debido a los altos salarios del lugar. En los últimos meses, Daimler-Benz ha renunciado al proyecto de instalar una fábrica de camiones en esta región y Krupp se retiró de la compra de las acerías de Eisenhuttenstad.

En cuanto al presupuesto de 1993, presentado por el ministro de Hacienda, Theo Waigel, contempla un apartado de 12.000 millones de marcos destinados a revitalizar la economía al Este del Elba. Este fondo se destinará a apoyar a empresarios locales, al aumentar los subsidios para inversiones industriales hasta un 20%,del total del proyecto, con un máximo de un millón de marcos (70 millones de pesetas). Se trata de intentar que se establezca una serie de empresas medianas que fomenten un núcleo de estabilidad empresarial que no existe hasta la fecha.

Waigel insistió en que no se subirían los impuestos ni se aumentaría la deuda del Estado para cubrir el déficit del año que viene. Se sabe ya, sin embargo, incluso antes de aprobar el presupuesto, que habrá que realizar otro presupuesto suplementario antes del verano próximo.

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