Mueren dos españoles en el más grave accidente de la historia de la aviación comercial en China

Un Boeing 737 de las líneas aéreas chinas se estrelló ayer contra una montaña del suroeste de China. En el siniestro murieron 133 ocupantes y ocho tripulantes, según manifestaron portavoces de la compañía y confirmó posteriormente la agencia oficial Nueva China. El avión, cuyo pasaje incluía 10 extranjeros -entre ellos dos españoles, Antonio Martín Jiménez y Nuria Trillo, según informó ayer la agencia Efe-, cubría la ruta entre Cantón y la localidad turística de Guilin, situada en la región autónoma de Guangxi y lugar de destino de cientos de miles de viajeros por sus bellas vistas. Se trata del accidente más grave en la historia de la aviación comercial de la República Popular China.

Las autoridades chinas apenas se han extendido sobre las circunstancias en que se produjo la colisión, ocurrida hacia las ocho de la mañana (1.00, hora peninsular española) durante un vuelo de menos de una hora de duración, pero directivos del Servicio Internacional de Viajes descartaron que pueda haber supervivientes, a juzgar por los destrozos observados en el aparato y las primeras investigaciones tras el impacto en tierra. "Creemos que han muerto todos", manifestó uno de sus responsables.He Menghua, miembro de este organismo, declaró a la prensa que, de acuerdo con los primeros datos disponibles, el Boeing, entregado por el fabricante norteamericano en mayo de 1991, se acercaba al aeropuerto de Guilin cuando se produjo el choque. Los pilotos, según esa fuente, fueron advertidos por la torre de control de que la maniobra de acercamiento a pista se estaba efectuando con excesiva rapidez. El avión, incluido en la flota de aparatos estatales asignados a las Líneas Aéreas del Sur, se estrelló a 30 kilómetros de la ciudad, en una zona característica por sus espectaculares formaciones rocosas.

El desastre aéreo chino más grave de toda su historia se había registrado en octubre de 1990, cuando perdieron la vida los 128 pasajeros de un avión secuestrado. El aparato embistió a otros dos al intentar aterrizar en el aeropuerto de la provincia de Guandong.

En otro accidente, ocurrido en julio de este año, un Yakolev 42, de fabricación soviética, se incendió al no poder abortar un despegue y empotrarse contra un muro del aeropuerto de Nanjing, en el este de la República Popular China. En este accidente murieron 106 pasajeros. Hace una década, 102 personas perdieron la vida en la misma zona en otra catástrofe aérea.

También este año ha sido nefasto en China. Además del registrado el 31 de julio con 106 muertos, ese mismo mes un helicóptero con nueve turistas japoneses quedó destrozado en un accidente en las inmediaciones de la Gran Muralla; en octubre, un Eyushin 14 cayó en picado en la provincia de Gansu y perecieron 14 personas, nueve turistas franceses y cinco tripulantes.

La agencia Xinhua reconoció en un reciente informe que el sensible incremento de vuelos y viajeros en 1991 -un total de 3 millones de turistas extranjeros, incluidos viajeros de Hong Kong y Taiwan, y 330 millones de chinos en vuelos interiores han provocado una fuerte congestión y un deterioro del servicio.

Diez extranjeros

Los dos españoles fallecidos en el accidente son Antonio Martín Jiménez, de 27 años, residente en Terrassa y era profesor de lengua española para extranjeros, y Nuria Trillo, que vivía en Barcelona. Se desconoce si los dos españoles viajaban juntos."Funcionarios relacionados con la compañía aérea han dicho que en principio son 10 los extranjeros, casi todos chinos de Hong Kong y Taiwan", dijeron fuentes españolas. "Está siendo muy difícil conseguir datos", añadieron.