_
_
_
_
BALONCESTO

El Real Madrid aprende a maltratar a sus rivales

El Real Madrid se ejercita de una vez por todas en el arte de la humillación. Está aprendiendo a apuntillar, a dar la vuelta definitiva de garrote sobre el cuello de sus rivales. Una obsesión depredadora que, cuando se habla de baloncesto, es sinónimo de buen gusto y garantía de calidad: la asignatura imprescindible para ser un ganador que Clifford Luyk, el entrenador blanco, quiso desde siempre dominar.La víctima fue el Taugrés Vitoria, un equipo fuerte y con recursos, si se analiza su plantilla, que había salido victorioso en sus últimos enfrentamientos con el cuadro madridista. La realidad fue otra. Los jugadores dirigidos por el norteamericano Herb Brown vivieron una jornada traumática. Se diluyeron brumosamente, dieron a conocer sus debilidades y se dispusieron a encajar. Así, recibieron el castigo que merecían.

En la primera mitad, sólo Brown capturó tantos rebotes, ocho, como los nueve hombres que actuaron por el Taugres. Tamaño desprecio por los tableros tuvo una justificación: Sabonis da pánico. El pivot lituano sacó a Rivas a terrenos muy transitados y dejó que un inspiradísimo Brown trabajase la canasta. La inoperancia de Antúnez ni se notó. Lasa pudo con Laso, Biriukov convirtió cinco triples y los cambios de defensa secaron a Arlauckas. El Madrid, por fin, disfruta maltratando a su enemigo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_