2.000 extranjeros y las promesas del poder

Ningún organismo se atreve a aventurar el número de inmigrantes clandestinos en Madrid. La Administración tampoco dispone de un censo de extranjeros en la región. El primero se ha realizado, a través de organizaciones no gubernamentales, en nueve pueblos del noroeste -zona de fuerte presencia de trabajadores, sobre todo magrebíes. En ellos viven 933 inmigrantes, de los que 173 -18,5%- son ilegales. La mayor parte del total procede de Marruecos.

Han quedado fuera del estudio dos municipios relevantes, como Pozuelo de Alarcón y Boadilla del Monte. Los datos por localidades son los siguientes: Brunete (5 emigrantes), Fresnedillas (60), Majadahonda (447), Navalagamella (79), Quijorna (4), Valdemorillo (97), Villanueva de la Cañada (66), Villanueva del Pardillo (151) y Zarzalejo (20).

Otras estimaciones cifran en 2.000 en toda la zona noroeste. Un estudio de la empresa municipal Promadrid advierte: "La presencia de cerca de 2.000 inmigrantes en los municipios del noroeste empieza a afectar negativamente a los ayuntamientos de la zona, principalmente por las condiciones de vida de este colectivo, hacinado en chamizos y la aparición de brotes de xenofobia". Todos ellos están pendientes de un compromiso. El que han contraído los alcaldes del área: darles una vivienda digna, como recuerda la consejera de Integración Social, Elena Vázquez.

Sangre polaca

En Madrid se asienta uno de cada cinco inmigrantes extranjeros que llegan a España, alrededor de 100.000. La inmensa mayoría, según la consejera de Integración Social, Elena Vázquez, serían los 65.000 procedentes de países del Tercer Mundo.El mayor grupo está formado por marroquíes y latinoamericanos, seguidos por africanos y filipinos. Arabes y europeos del Este forman el grupo menor aunque en un municipio como Alcalá de Henares sean prácticamente mayoría: dos mil polacos. A ellos también les ha salpicado la sangre. Nueve murieron en un incendio en Móstoles en verano, cuando una colilla prendió la goma espuma de los colchones del piso que habían ocupado. Y dos más fueron apaleados, uno de ellos en Fuenlabrada, en septiembre de 1990, y otro en Arganda, el pasado año. El último lo puede contar, pero se quedó paralítico.

Los inmigrantes han llegado también a los pueblos del sur de Madrid, menos pudientes que los del norte. "El alcalde de Leganés ha dicho que en esa localidad se celebrará el Ramadán", elogia la consejera Vázquez.