Leguina concreta su programa de gobierno un año más tarde de su investidura

Pacto por la Industria. Plan de carreteras. Residencias de gestión privada para ancianos. Metro regional... El presidente de la Comunidad de Madrid ha esperado más de un año para concretar su programa de Gobierno. Desde que fue investido por la Asamblea para un tercer mandato consecutivo, el 11 de julio del año pasado, Leguina no había detallado tanto las líneas de actuación de su Ejecutivo como lo hizo ayer durante 80 minutos en el discurso que abrió el debate sobre el estado de la región."¿Qué puede hacer la Comunidad de Madrid con un presupuesto [480.000 millones de pesetas] que representa el 5% del producto interior bruto de la región?",se interrogó después de argumentar que "la situación económica de la Comunidad es delicada". Ya había reseñado antes que hay 12.000 parados más en la construcción y otros 28.300 desempleados en el sector industrial.

Sobre el eje central del Pacto por la Industria -ofrecido a los sindicatos y empresarios, pero también al conjunto de la sociedad-, Leguina construyó ayer un programa político con tres patas: el desarrollo económico, la acción sobre el territorio y la formación para el empleo. A su juicio, ya ha llegado el "fin del paradigma neoclásico y liberal" que inspiró las políticas económicas de Ronald Reagan y Margaret Thatcher.

Nuevo plan de carreteras

Al explicar el segundo de los "soportes" de su programa, Leguina descendió, en contra de su costumbre, al terreno de lo concreto para recordar al Ministerio de Obras Públicas y Transportes que hay que cerrar la M-40. Y también abrir variantes para desatascar las principales carreteras de acceso a Madrid.

De su propia cosecha, aportó la malla de autovías qué tiene que construir la Comunidad al oeste y al sur del área metropolitana. Más todavía: "Un plan de carreteras propio, para el que habrá que llegar a un nuevo convenio con Obras Públicas". De propina, Leguina reivindicó del ministerio o de Renfe un sistema regional de Metro: una "red express " que combine los ferrocarriles de cercanías con el metropolitano, como en París.

Las máquinas de la Comunidad van a trabajar en los próximos años sobre 23 millones de metros cuadrados de suelo en una docena de operaciones urbanísticas, según Leguina, quien también anunció "un nuevo plan regional de estrategia territorial". Para ello, su Gobierno pretende dotarse de "instrumentos potentes y rápidos y jurídicamente consistentes para llevar a cabo las operaciones necesarias". Con la nueva Ley del Suelo de la Comunidad, el presidente regional garantizó que la norma hará compatibles el respeto a las competencias municipales con la agilidad en la tramitación del urbanismo.

Leguina también se refirió en su intervención al "uso de la naturaleza" para anunciar la presentación del Plan del Guadarrama", un territorio que visitan al menos una vez al año el 60% de los ciudadanos. Incluso bromeó con la meteorología: "Algo bueno nos ha traído la sequía: la conciencia de que hay que ahorrar agua". Pero también aseguró que se construirá una gran depuradora de aguas residuales en el eje del Culebro (al sur del área metropolitana) y "depuradoras blandas" en las zonas rurales para completar el saneamiento de los vertidos en la región, del que aún está excluida el 10% de la población.

Reflexión aparte mereció la polémica situación del transporte colectivo: "Su importancia para la vida cotidiana como solución a la congestión viaria ya nadie la discute en Europa; mientras en el Ayuntamiento de Madrid se sigue creyendo en el milagro de las carreteras y los coches elásticos". ¿La solución?: "Más carreteras, sí; menos coches en las calles, también". Y que el Ayuntamiento aporte los 12.600 millones que adeuda al Consorcio de Transportes. "Hoy, 700.000 madrileños tienen el abono de transportes", recordó, "y en la ciudad y la región de París, donde gobierna la derecha, se aplica este sistema".

Leguina abordó el capítulo de vivienda en clave crítica. Por un lado, pidió al Gobierno central que modifique la normativa sobre rehabilitaciones de edificios: "La iniciativa privada no acude por falta de rentabilidad. De otro, reclamó a los bancos que cumplan sus compromisos con los planes de vivienda de la Administración autónoma: "Sólo se han cubierto el 50% de los créditos". En está última cuestión argumentó, para convencer a las entidades financieras, que los "bancos también forman parte de la sociedad" y que Ios créditos de vivienda se pagan mejor que otros".

El consejero de Salud, Pedro Sabando, fue el único miembro del Gobierno regional que recibió una mención especial en el discurso del presidente: "La gestión de la salud ha mejorado a ojos vista". En esto, Leguina coincide con el líder del PP, Alberto Ruiz Gallardón.

Residencias privadas

"Los demógrafos nos equivocamos poco", se jactó de la exactitud de su profesión Leguina al anunciar un plan para crear 8.000 plazas de residencias de ancianos asistidas en los próximos 10 años. La construcción de este tipo de centros, dirigido a personas que sufren algún tipo de invalidez, exigirá la obtención de 300.000 metros cuadrados de terrenos. La principal novedad de esta propuesta estriba en que las residencias serán gestionadas y construidas por entidades privadas "directamente controladas por la Comunidad". Tampoco se impondrán severos límites de ingresos para acceder a una de estas plazas: tendrán derecho las familias con rentas que no superen en ocho veces el salario mínimo. 0 sea, más de 500.000 pesetas mensuales. La fórmula de pago propuesta por la Comunidad también es innovadora: el 55% lo pone la Administración regional, y el 45% restante, el pensionista y sus familiares.

Leguina reconoció que no ha obtenido respuesta del Ayuntamiento ni de la Delegación del Gobierno para el plan de inversiones de 50.000 para los distritos del sur y el este de la capital. "Si la Comunidad se pone en marcha [se han presupuestado 6.000 millones para 1993], con un esfuerzo inversor podemos arrastrar a otras instituciones", explicó, optimista. Por supuesto, Leguina no desaprovechó la ocasión para pedir a Hacienda la cesión del 15% del IRPF.