La CE promueve acuerdos de integración entre compañías aereas para hacer frente a la crisis
La Comisión Europea está promoviendo la creación de un nuevo marco de negociación aérea que facilitaría la integración entre compañías europeas para frenar la importante crisis del sector. Bruselas trata de contrarrestar además la penetración de las compañías norteamericanas en Europa. Es ta penetración se irealiza por medio de acuerdos bilaterales -como el firmado re cientemente entre Estados Unidos y Holanda- que podrían convertir a Europa en un espacio aéreo desprotegido. Las pérdidas previstas para el sector en 1992 son de 2,6 millones de dólares, según la Organización Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
El empeño de Bruselas en reordenar el espacio aéreo trata de paliar los efectos de la gran crisis de la aviación civil que está viviendo Europa. Todas las compañías europeas, menos British Airways, KLM y SAS, han registrado importantes pérdidas durante el primer semestre de 1992. Air France, que anunció el pasado mes de octubre unas pérdidas de 313,5 millones de dólares (unos 30.000 millones de pesetas), atraviesa uno de los momentos más difíciles de su historia y estima para el "final del ejercicio unas pérdidas globales de 60.000 millones de pesetas", según datos facilitados por la compañía. Lufthansa (con pérdidas de 34.650 millones en el primer semestre), Alitalia (3.120 millones), Swissair (5.751 millones, una cifra récord en la historia de la compañía) y Sabena (980 millones), completan el panorama de la delicada coyuntura del sector.
Grupos equilibrados
El marco que promueve la CE refuerza la idea de integrar compañías y "crear grupos equilibrados entre empresas de diferentes países", coinciden medios directivos de compañías de aviación europeas. En esta línea, Iberia se ha planteado, a lo largo del presente ejercicio, la alianza como filial con alguna de las grandes de Europa (British Airways, Air France o Lufthansa), siguiendo las recomendaciones recogidas en el Plan, Estratégico 1991-1996. Paralelamente, las compañías de aviación están aplicando importantes ajustes. En el caso español, el plan de reducción de plantilla de Iberia, que se completará antes de fin de año, afecta a 3.000 trabajadores y supone una carga de 21.000 millones en la cuenta de explotación de la compañía.
Con respecto a la penetración en Europa de las compañías norteamericanas, Bruselas no excluye que sigan firmándose acuerdos bilaterales, pero en tal caso desea que no se haga vulnerando la legalidad europea. Aunque la CE ha culminado su esfuerzo legislativo para crear un Mercado Único del transporte aéreo, que entrará en vigor el 1 de enero próximo, la evolución de los acuerdos bilaterales podría llegar a convertir el de los Doce en un espacio desprotegido y abierto a todas las compañías, en el que sería muy difícil que sobrevivieran las actuales empresas de bandera europea.
La situación del sector en Estados Unidos es más delicada que en Europa. En tan sólo dos años y medio las compañías norteamericanas han perdido 7.000 millones de dólares. Los grupos Eastern, Midway y Pan Am han dejado de operar, mientras que TWA, Continental y American West están en quiebra. En los primeros seis meses de 1992, todas las compañías de Estados Unidos han registrado pérdidas, con excepción de Southwest. En los datos facilitados por las compañías a la IATA, puede comprobarse que Northwest (140.000 millones de pérdidas), Usair (132.800 millones) y Delta (50.000 millones) son las más afectadas por la crisis.
El proceso de integración de las compañías europeas se está concretando mediante de un re parto de zonas. British Airways, que está cerrando la inte gración de la holandesa KLM, es la compañía europea que cuenta con una presencia más significativa en Estados Uni dos, donde controla la North west. Air France, que ha abier to un proceso para absorber a la belga Sabena, tiene un pacto de colaboración con la alemana Lufthansa para repartirse los vuelos internacionales en las zonas de Asia y África. Por su parte, Iberia es la compañía con mayor presencia en Latino mérica, mercado en el que se está proyectando a través de un centro operativo en Miami (Estados Unidos) y con la adquisición de compañías como Aerolíneas Argentinas, Ladeco (Chile) y Viasa (Venezuela), mientras mantiene opciones de compra sobre Dominicana de Aviación y LAB (Bolivia). Precisamente para mantener este dominio,del mercado latinoamericano, Iberia se está planteando la conveniencia de integrar en su ámbito a la portuguesa TAP, un proceso en el que la compañía española compite con British Airways, interesada en prolongar su dominio en el Atlántico a través de un puente Londres-Lisboa.
La quinta libertad
El pasado 4 de septiembre, Estados Unidos y Holanda firmaban un acuerdo, llamado Opens Skies (cielos abiertos)., que facilita el acceso a los espacios aéreos de ambos países a sus respectivas compañías aéreas. KLM puede volar dentro de Estados Unidos. Pero las compañías americanas pueden hacer lo propio no tan sólo en Holanda, sino más lejos. El centro de los acuerdos bilaterales entre Washington y los pequeños países europeos se halla en la llamada quinta libertad aérea, que abre el cabotaje europeo a las compañías americanas. A partir de ahora, las compañías americanas podrán utilizar su base, holandesa para cubrir líneas interiores europeas, privilegio que está totalmente cerrado a los europeos en Estados Unidos.La Comisión quiere participar como observador reconocido en las negociaciones bilaterales y conducir ella misma las negociaciones en nombre de los Doce cuando las circunstancias lo aconsejen. Sugiere con este fin la creación de un comité de Aviación Civil de los Doce, al que se someten las propuestas de negociación elaboradas por la Comisión. El procedimiento de voto exige la mayoría cualificada.
Las compañías americanas gozan actualmente de 19 derechos de cabotaje dentro de Europa, frente a ninguno las compañías europeas. Las primeras operan sobre 139 rutas entre América y Europa, mientras que las segundas sólo operan en 97 rutas. El peso de los mercados interiores en uno y otro caso es también muy distinto: mientras que las norteamericanas cuentan con un 30% de su cifra de negocios fuera de Estados Unidos, el 70% de la actividad de las europeas se desarrolla fuera del espacio aéreo de la Comunidad.
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