La eliminación de la Copa resta credibilidad al Athlefic
El Athletic protagonizó la primera decepción de la temporada al ser eliminado de la Copa del Rey por el Jerez Deportivo (0-0 en San Mamés, 1-0 en la ¡da en Jerez), un conjunto de la Segunda División B que demostró mucho más oficio y no menos nivel futbolístico que el conjunto rojiblanco en el cómputo de los dos encuentros. Esta eliminación ratifica la aversión manifiesta, en los últimos años, del Athletic a un torneo que históricamente le ha sido propicio y supone un nuevo golpe presupuestario."Esto ha sido el final de un sueño", afirmaba Rafa Alkorta al término del encuentro frente al Jerez, refiriéndose a las expectativas puestas por el Athletic en recuperar el prestigio de este torneo. Sin embargo, sus palabras pueden servir también para la competición de Liga. En los próximos encuentros, Heynckes se juega su proceso de modernización y su credibilidad (intocable hasta ahora) como revitalizador del Athletic. En las últimas fechas, el buen nivel de juego exhibido por el Athletic, a pesar de salir derrotado de Madrid y Barcelona y de perder un punto ante el Tenerife, había sido criticado por su falta de agresividad y de pericia. La impresión general es que sólo los resultados aguantarán la revolución de Heynckes.
Quien ya ha perdido buena parte de las expectativas es el presidente José Julián Lertxundi al recibir el -primer golpe en un presupuesto de circunstancias y lleno de penurias. Sin duda, el capítulo de ingresos -cogido con alfileres- se va a reducir aún más de lo esperado. Además de eso, el periodo de calma instalado tras el triunfo de la directiva en la asamblea de socios y por la revitalización del equipo parece quebrarse de nuevo.
Decepción en Vigo
El entrenador, Chechu Rojo, intentó disculpar la eliminación del Celta ante el Benidorm (0-0 en la ¡da, 3-4 en Lalín, a 100 kilómetros de Vigo, al estar cerrado Balaídos por sanción). "El campo no permitía jugar al fútbol. Jugamos al patadón y el Benidorm tuvo más suerte". Rojo lamentó la actuación del árbitro -"creo que perjudicó claramente al Celta", afirmó- y el hecho de que el encuentro no se hubiese disputado en otro campo. "Queríamos haber jugado en Orense, pero el Benidorm se negó y la verdad es que supo aprovechar bien las dimensiones de este campo de Lalín", dijo Chechu Rojo.
El presidente, Ignacio Núñez Gallego, visiblemente molesto por lo sucedido, no quiso cuantificar lo que económicamente supone la eliminación. "Nadie se esperaba ésto, pero lo cierto es que el Celta no jugó bien y no me gustó", dijo.
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