Carlos Andrés Pérez insinúa que cabe el indulto a los golpistas venezolanos

El presidente de Venezuela, el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez, no descarta la posibilidad de aplicar alguna medida de gracia a los militares que protagonizaron el intento de golpe de Estado el pasado mes de febrero, pero siempre que primero hayan sido juzgados y condenados y cumplan una parte de la pena.

Carlos Andrés Pérez -conocido por sus siglas CAP- recibió a un grupo de periodistas españoles que acompaña a una delegación empresarial y política catalana que visita Venezuela, a quienes dijo que el castigo a los golpistas no es materia de discusión: "Todos los venezolanos están de acuerdo en fortalecer y defender el sistema democrático", pero agregó: "No pensamos que haya sentencias que duren todo el tiempo, ni que deba aplicarse la pena máxima".El ex presidente Luis Herrera Campins, del partido social cristiano COPEI, se había manifestado horas antes partidario de la amnistía a los golpistas, pero dictada por el Gobierno que suceda al de Carlos Andrés Pérez, que no puede presentarse a la reelección por imperativo constitucional. Herrera recordó que la historia de Venezuela demuestra que el perdón siempre lo ha otorgado el Gobierno siguiente a aquel que se pretendió derribar.

Las elecciones presidenciales deben celebrarse, de acuerdo con la Constitución, en diciembre de 1993, aunque la oposición ha lanzado una campaña para que se acorte este plazo de un año ante el deterioro político y económico del país, que se ha acelerado con el intento del golpe de febrero.

"No renuncio"

"Si queremos dar normalidad a este país hay que hacer respetar la Constitución", replicó Pérez a quienes presionan para que abandone el palacio presidencal de Miraflores antes del plazo establecido. "En beneficio de la estabilidad y de la normalidad democrática, yo no renuncio", dijo el presidente. "Debo cumplir mis obligaciones. Además, no hay razones para renunciar", agregó. Pérez no cree posible un nuevo intento de golpe.El dirigente socialdemócrata (es vicepresidente de la Internacional Socialista) admitió que existe una crisis política en Venezuela, que atribuyó tanto a las profundas reformas a que está sometida América Latina como al clima electoral de los comicios, municipales y regionales en Venezuela.