Gorbachov dice que le han amenazado con un proceso por insultar al Tribunal Constitucional de Rusia

La polémica que enfrenta a Mijaíl Gorbachov con el Tribunal Constitucional de Rusia y con Borís YeItsin ha alcanzado niveles escatológicos. "Ya dije [el miércoles] a la televisión italiana que no voy a participar en ese proceso de mierda", señaló ayer el antiguo líder soviético refiriéndose al juicio que se está desarrollando sobre la legalidad de las actuaciones del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Y luego agregó que puede ser procesado por esas palabras: "He hablado con [Valeri] Zorkin [presidente del Tribunal Constitucional] y está furioso. Me ha dicho que va a abrir contra mí un proceso criminal".

La situación de Gorbachov se complica cada día más. Porque a la prohibición de viajar al extranjero que pesa sobre él desde hace dos semanas -sólo levantada para que mañana viaje a Berlín para asistir al entierro de Willy Brandt- como castigo a su reiterada negativa a declarar en el juicio al PCUS se suma ahora la amenaza de un procesamiento por insultar al tribunal, amenaza no confirmada por Zorkin, y la insinuación sí efectuada públicamente por el presidente del Tribunal Constitucional de otro procesamiento por ocultar datos sobre la matanza de Katyn.En declaraciones difundidas ayer por la agencia oficial Itar Tass, Zorkin asegura que el análisis de documentos secretos sobre la muerte de más de 14.000 oficiales polacos en Katyn en 19,40 y sobre la invasión de Afganistán "muestran un inesperado papel de Mijaíl Gorbachov", que "no fue sólo el padre de la perestroika, sino también un secretario general en el viejo sentido del término". Como consecuencia, agrega, "si aparece su personal responsabilidad" en cuestiones relacionadas con ambos hechos, la cuestión "será considerada por otro tribunal".

La acusación concreta contra Gorbachov en relación con la matanza de Katyn es que, pese a tener conocimiento desde hacía años de la responsabilidad directa del Politburó del PCUS en ella, no dio a conocer esa circunstancia, con lo que mantuvo engañada a la opinión pública.

El ex presidente se defendió diciendo que en ningún momento supo el contenido de los documentos hasta que el pasado 23 de diciembre se les entregó a Borís Yeltsin, como parte de la documentación secreta que se había transmitido de secretario general a secretario general durante décadas. Y a renglón seguido pasó al ataque directo contra su rival Yeltsin preguntándose por qué los documentos no fueron entregados al presidente polaco, Lech Walesa, cuando éste visitó Rusia la primavera pasada. Hasta la perestroika, las autoridades soviéticas siempre atribuyeron la matanza de Katyn a los nazis.

El presidente del Tribunal Constitucional, en sus declaraciones a Itar-Tass, se mostró especialmente duro con los líderes europeos que se han quejado por la prohibición de viajar impuesta a Gorbachov. "Cuando Kohl [canciller alemán] pregunta por qué Mijaíl Serguéivich [Gorbachov] no puede salir, probablemente no piensa lo que le sucedería si hubiera desatendido las citaciones del Tribunal Constitucional y lo hubiera llamado 'show político, payasada y espectáculo".

En el mismo tono despreciativo y de enfado, Zorkin apunta la posibilidad de que el Tribunal atienda los requerimientos de los abogados de ambas partes (PCUS y Gobierno) y deje de requerir la presencia del ex líder soviético en el juicio.