Mendoza, Prosinecki y Tapie

No le iba bien a Robert Prosinecki. A sus lesiones musculares, sus temores a golpear el balón, se unieron hace poco las noticias que señalaban que podía ser vendido. Ayer, además, aunque el motivo oficial de su visita era cobrar el traspaso de Martín Vázquez, presenció el encuentro Bernard Tapie, el presidente del Olímpico de Marsella. Al francés podía gustarle el croata y Pujar por él. Lorenzo Sanz, vicepresidente del Madrid, ya dejó caer algo en el descanso: "Echarle imaginación para qué habrá venido Tapie".Prosinecki debió olerse algo y cuajó una actuación aceptable, rematada con un gol. Mendoza, entonces, fue claro tras el encuentro: "Lo que ha hecho hoy Prosinecki, después de tantos meses de ausencia y en un campo en mal estado, es digno de admiración. Tiene un gran futuro en el Madrid. Lo fiché yo. Confío en él. ¿Tapie?, un buen amigo con el que hablé de vela".

El jugador, que tuvo que someterse al control antidopaje, no quiso realizar declaraciones. Cuando a su entrenador, Benito Floro, se le preguntó por su actuación comentó que estaba satisfecho porque "corrió, luchó y por su gol", pero luego se desvió y destacó a Butragueño: "Ha hecho un partidazo enorme".