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Los mormones se inclinan a favor de presidente

El conservador Estado de Utah prefiere que el actual mandatario siga en la Casa Blanca

Los 49 Estados restantes de la Unión pueden votar al demócrata Bill Clinton o al millonario tejano Ross Perot. Pero en Utah el resultado no ofrece ninguna duda: los cinco votos electorales del Estado del Gran Lago Salado irán a parar al actual ocupante de la Casa Blanca, George Bush, según ha vaticinado a este periódico su gobernador saliente, Norman Bangerter.

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Bangerter, un mormón de 59 años, que abandona la política tras ocho años al frente del Gobierno del Estado para reintegrarse a su negocio inmobiliario, basa su prediccion del triunfo del presidente en dos hechos: la realidad económica de Utah y la situación de Bush en las encuestas a nivel estatal. "El presidente tiene en los momentos actuales una ventaja de 18 puntos sobre Bill Clinton. No es la que tenía en -198 8, pero lo suficientemente alta si se la compara con la media nacional", manifiesta. Pero además, añade, en Utah la recesión no nos ha afectado en la medida que ha afectado a algunos otros Estados de la Unión".La gente de este Estado, dice, no tiene el dinero que querría tener, "pero en realidad nosotros hemos creado en el último año 20.000 nuevos puestos de trabajo netos, una cifra muy superior a la media nacional, y la industria sigue acudiendo a establecerse entre nosotros". La media de desempleo en el Estado se sitúa en torno al 5% comparada con la media nacional del 7,4%.

A sus muchas riquezas naturales, Utah añade la laboriosidad de una población mayoritariamente mormona que hace del trabajo una profesión de fe. Utah está a la cabeza de los Estados de la Unión en número de nacimientos, en longevidad de sus habitantes y en consistencia de sus matrimonios.

Con estos antecedentes económicos y sociales, no es de extrañar que Bush aventaje a Clinton en las encuestas estatales. Para el ciudadano medio de Utah el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos tiene tres desventajas: es sureño, liberal y, a pesar de llevar tres mandatos al frente de los destinos de Arkansas, su Estado ocupa el tercer lugar por la cola en el ranking de la riqueza nacional. Sólo Misisipí y Luisiana son más pobres que Arkansas.

El gobernador Bangerter no ahorra críticas, a pesar de su afiliación republicana, a las administraciones de Reagan y Bush por su incapacidad para controlar el déficit presupuestario, que es, en su opinión, la principal losa que oprime la economía de EE UU. "El Congreso tampoco está libre de culpa en la creación de ese déficit", dice. Por eso, Bangerter es partidario de una enmienda en la Constitución que convierta en obligatorio el equilibrio presupuestario federal.

El gobernador de Utah no se, muestra entusiasta ante las propuestas hechas por Bush y Clinton para abordar el problema del déficit. No quieren hincarle el diente a este problema que debería constituir la prioridad de este país. Y, como otros muchos norteamericanos, Bangerter defiende el programa económico propuesto por Ross Perot como el más coherente para combatir el déficit. Como la

,mayoría de los ciudadanos de este país, el gobernador de Utah cree que Perot puede prestar un servicio al país forzando a los otros candidatos a adoptar algunas de sus propuestas para combatir el desequilibrio presupuestario.

Fiel a sus orígenes, Bangerter apuesta por una victoria final apretada de Bush. "No hay que hacer mucho caso de las encuestas. En mi última elección, mi oponente me aventajaba por 30 puntos hasta la última semana. A Bush le queda un duro camino por delante, pero creo que todavía tiene posibilidades de ganar".

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