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Italia pide un crédito de casi dos billones de pesetas a la CE

"Se ha hecho lo necesario. Estos presupuestos me dan la confianza de que estamos en ruta hacia el puerto y no hacia la escollera", dijo ayer el primer ministro italiano, Giuliano Amato, al presentar los presupuestos para 1993 fijados por su Gobierno. Amato pidió al Parlamento que apruebe rápidamente este programa de saneamiento, y, desde luego, antes de fin de año, dijo. También anunció que Italia solicitaría ayer mismo en Bruselas un crédito comunitario de 20 billones de liras (casi dos billones de pesetas).

El ministro del Tesoro, Piero Barucci, sostuvo que la solicitud de ese crédito no implica que las debilitadas reservas italianas (agosto se cerró oficialmente con unas disponibilidades a corto de aproximadamente otros 20 billones de liras) lo necesiten. Se trata, en cambio, añadió, de que la Comunidad Europea respalde la recuperación de confianza que constituye el objetivo de los presupuestos aprobados ayer, así como de reafirmar la voluntad del Gobierno de volver al Sistema Monetario Europeo (SME)."Si los presupuestos se aprobaran pronto en el Parlamento, la lira podría reingresar un día después en el SME", afirmó también el ministro del Tesoro, tras precisar que tampoco el crédito solicitado en Bruselas se empezará a cobrar hasta después de la aprobación parlamentaria de los presupuestos. Todo ello sugiere que esta petición de liquidez está más ligada a la perspectiva de tener que volver a defender la lira en los mercados, que a cualquier gesto simbólico de confianza.

La versión definitiva de los presupuestos italianos incluye algunas correcciones que, según el Gobierno, no impedirán el objetivo inalterado de reducir en 93 billones de liras el déficit público -programado en 150 billones de liras-, mediante el bloqueo del gasto al nivel de este año y un incremento de ingresos que se traducirá en un superávit de 50 billones de liras, excluídos los intereses de la deuda pública.

Sin embargo, la reforma de la sanidad, una medida impopular que debía proporcionar casi el 12% del ahorro previsto, ha quedado algo difuminada. El Gobierno ha decidido, finalmente, que tanto la reducción de prestaciones como los niveles de renta que las determinen sean negociadas durante el próximo mes por el Ministerio competente y las autoridades regionales.

Reivindicación sindical

Otras modificaciones aprobadas contribuirá n a incrementar los ingresos. Así, la introducción por decreto, y no por ley como se previó inicialmente, de un impuesto trianual del 7,5 por mil sobre el patrimonio de las empresas o la extensión del impuesto sobre vehículos de lujo a los que estén a nombre de sociedades.

Estas modificaciones responden a las peticiones de los sindicatos, que ayer aplazaron hasta el lunes una eventual decisión de llamar a la huelga general en contra de los presupuestos.

La bolsa, en cambio, no reaccionó al programa de Amato, mientras la lira volvía a sufrir presiones insoportables en el mercado paralelo que provocaron su cotización a cerca de 900 liras por marco, casi un 17% menos del valor que tenía hace un mes en el, SME. Para contener la ola de retiradas de depósitos bancarios, el propio primer ministro, como ayer la Banca de Italia y el miércoles Piero Barucci, ha tenido que prometer a los italianos que no se volverán a gravar sus ahorros. El pasado 7 de julio, el Gobierno recabó un impuesto especial del 6 por mil sobre todos los saldos de cuentas corrientes y de ahorro.

[Por otra parte, ayer se conoció que el índice de precios al consumo subió en Italia un 0,3% en septiembre con lo que la inflación interanual (los últimos 12 meses) queda situada en el 5,2%].

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