Las fuerzas que combaten en Bosnia acuerdan entablar negociaciones para desmilitarizar Sarajevo

La conferencia de Ginebra sobre la antigua Yugoslavia abrió ayer una nueva fase al obtener el acuerdo de todas las partes implicadas en la guerra de Bosnia-Herzegovina para iniciar inmediatamente negociaciones sobre la desmilitarización de Sarajevo y el cese de las hostilidades, según anunció lord Owen. Asimismo, los presidentes de Croacia, Franjo Tudjman, y de la nueva Yugoslavia (Serbia y Montenegro), Dobrica Cosic, se comprometieron a acelerar la normalización de las relaciones bilaterales y a adoptar medidas "urgentes" para facilitar el regreso de los refugiados.

Uno a uno, los líderes de los tres bandos de la guerra bosnia, el presidente musulmán Alia Izetbegovic, el jefe de las fuerzas serbias Radovan Karadzic y el líder de las fuerzas croatas Mate Boban dieron su acuerdo para comenzar "inmediatamente" las negociaciones en las que participarán sus responsables militares y las autoridades locales bajo los auspicios de las Fuerzas de Protección de la ONU (Unprofor) y de la Conferencia de Ginebra.Los dos copresidentes de dicha conferencia, Cyrus Vance y lord Owen, se reunieron durante toda la jornada en Ginebra con Dobrica Cosic y Franjo Tudjman para arrancarles una declaración común en la que se comprometieran a normalizar sus relaciones. Este proceso comporta un aspecto humano (el retorno de los refugiados), militar (la desmilitarización de la península de PrevIaka) y económico (el restablecimiento de las vías de comunicación, en especial entre Belgrado y Zagreb). Como prueba de buena voluntad los presidentes de Yugoslavia y de Croacia solicitaron el rápido despliegue de observadores internacionales en los aeropuertos de los dos países "para restablecer la confianza".

"Evidentemente, no hemos superado todas las dificultades concernientes a las causas de esta crisis", declaró Tudjman, "pero estamos dispuestos a conseguir la paz". Cosic, por su parte, agregó que estos primeros acuerdos deben "abrir la esperanza de que seremos capaces de hacer más en el futuro".

Durante la sesión matutina, los dos presidentes abordaron el futuro de la pequeña Península de PrevIaka, un par de kilométros cuadrados de piedra en los confines entre Croacia y Montenegro. La parte croata desea seguir controlando esta península estratégica, que vigila la entrada a la bahía de Kotor (Montenegro). La parte yugoslava aspiraba a asumir el control de la península aduciendo los argumentos estratégicos. El conflicto bélico en la región del puerto adriático de Dubrovnik estalló a raíz de las escaramuzas en PrevIaka, que el Ejército yugoslavo no ha abandonado, a pesar de acuerdos previos, lo que le permite controlar el terreno al sur de Dubrovnik.

Refugiados de Eslavonia

Mientras los presidentes negociaban, más de 3.000 refugiados croatas, huidos de Eslavonia oriental en agosto pasado, amenazaron ayer con el retorno forzoso a sus hogares, en zona ocupada por los serbios. El coronel ruso Alexander Khrinochenko, comandante del sector Este de las fuerzas de la ONU, dijo que las tropas internacionales impedirían el regreso de los refugiados, ya que no existen las condiciones para garantizar su vuelta.

Cedrick Thornberry, el encargado de los asuntos civiles del Unprofor, intentó disuadir a las autoridades croatas de promover la marcha de la muerte. A mediodía de ayer, no había noticia de incidentes. Las fuerzas serbias que controlan la región de Baranja estaban listas para disparar en contra de los refugiados. Según el último informe de Butros Gali, numerosos grupos irregulares operan en Baranja. Más de 77.000 personas abandonaron sus hogares en Eslavonia oriental después del inicio de los combates. Nadie ha tenido la posibilidad de volver.

El ministro de Exteriores británico, Douglas Hurd, realizó un rápido viaje a Ginebra donde se reunió con Cosic y Tudjman y con el líder de los serbios en Bosnia, Radovan Karadzic. Hurd expresó su esperanza de que los vuelos con la ayuda humanitaria se reanudaran este fin de semana a Sarajevo. Los portavoces de la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados aseguran que en la capital bosnia los almacenes de alimentos están vacíos.