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Roca renuncia a seguir como secretario general para forzar a Pujol a aclarar la estrategia de Convergència

Miquel Roca Junyent notificó anoche al comité ejecutivo de Convergència Democrática (CDC) su decisión irrevocable de no presentarse a la reelección como secretario general de ese partido en el congreso que se celebrará los días 17 y 18 de octubre. La explicación ofrecida anoche al ejecutivo se refirió a la necesidad de aclarar las relaciones con el socio democristiano de CDC, Unió, con el que Roca mantiene una difícil convivencia. En realidad, ése es sólo un factor de la crisis. Con su decisión -que ha sorprendido e inquietado en el partido nacionalista- Roca pretende una "clarificación absoluta de las ambigüedades del partido, sobre todo en relación con la política de pactos en la política española, de forma que se sepa que la estrategia de afianzas [con el PSOE] la asume todo el nacionalismo", explican fuentes conocedoras del pensamiento íntimo de Roca.

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La retirada de Roca del cargo -seguirá al frente de la "política española" del partido, y, en consecuencia, del Grupo Parlamentario Catalán en el Congreso- es estratégica. Convencido de su fuerza en Convergència, cuya estructura controla; de su tirón electoral y de la influencia que le otorga su tarea parlamentaria en Madrid, en la que no tiene sustituto, concibe esta retirada de la secretaría general como instrumental. Su objetivo es "facilitar un funcionamiento más eficaz de CIU" y "liberar a la coalición y al partido de cualquier imagen de tensión personal que pudiese perjudicarle", según manifestó Roca al comité ejecutivo, reunido anoche. Roca pretende afianzarse ante Jordi Pujol -presidente de la Generalitat y de Convergència- y que se no repitan episodios como los de los recientes nombramientos del consejero de Agricultura, Francesc Xavier Marimon, y del comisionado para las Actuaciones Exteriores, Joan Vallvé, de los que Roca tuvo conocimiento al tiempo que la prensa.Desencadenante

Jordi Pujol anunció ayer en Amsterdam (Holanda) la convocatoria de un comité ejecutivo extraordinario, el viernes, "para estudiar todo lo que se deriva de la decisión de Roca", pero no quiso comentar la renuncia de éste. Pujol añadió: "Quiero insistir en que sería bueno que siguiera y que continuara de secretario general".

Roca explicó anoche a la ejecutiva que tomó la decisión "hace meses" pero no la ha comunicado hasta ahora, "a instancias de Pujol, que se oponía". Al término de la reunión, que duró casi tres horas y de la que los dirigentes de CDC salieron con caras largas Roca explicó, brevemente, que había comunicado en ella su renuncia a la reelección. "Quiero destacar mi fidelidad al partido y mi lealtad al presidente Pujol".

La decisión de Roca sorprendió a sus colaboradores más íntimos, para quienes su desencadenante ha sido una enmienda a la ponencia de estrategia del partido, que se discutirá en el próximo congreso de Convergència. Dicha enmienda, propuesta entre otros por, Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del presidente de la Generalitat, se opone aun pacto global con el Gobierno central. Y aunque los seguidores de Roca sostienen que la enmienda "será derrotada en el congreso de forma apabullante", el sólo hecho de su propuesta introduce un "enorme factor de confusión sobre la imagen de CDC".

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"Hay que acabar con el lenguaje de la ambigüedad, que no nos conduce a ningún sitio", precisan estas fuentes, "porque nosotros somos un partido serio, el partido del Gobierno de Cataluña, la tercera fuerza política del Estado y, ahora que podemos tener oportunidad para influir en el Gobierno central, debemos despejar esas contradicciones". Los roquistas pretenden que se establezca que la política de alianzas la apoya sin fisuras todo el partido y el Gobierno de la Generalitat, y no aparecer como pragmáticos frente a los puristas. "Pujol debe aclarar ahora que absolutamente todos apoyan la línea de pactos en la política española".

Colaboradores de Miquel Roca avanzaban ayer que, en este periodo de discusión con Pujol que se ha abierto, el aún secretario general comprobará si se dan las condiciones para encabezar nuevamente el cartel de CiU en las próximas legislativas. La decisión que se adopte en la organización interna de CDC para cubrir el vacío es aún una incógnita, aunque una solución probable sería nombrar una especie de secretario general interino hasta que todo se clarifique. La situación en el seno del aparato del partido se complica aún más al tener anunciada su dimisión "irrevocable" el secretario de Organización, Josep Caminal.

Los dirigentes de CDC se movían ayer entre la sorpresa y el desánimo, incrédulos aún del desenlace. En los despachos de la sede de Convergència, se sucedían las reuniones y el bullicio era el típico que se respira en los días finales de una campaña electoral. Los diputados en Madrid mantuvieron una reunión por la mañana y otra por la tarde. Macià Alavedra, consejero de Economía de la Generalitat, rehusó hacer comentarios sobre la renuncia de Roca y Josep Maria Cullell, presidente del grupo de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, señaló que no se pronunciaría hasta conocer oficialmente la decisión.

El periodo de "interinidad" abierto ahora debe servir para aclarar las contradicciones que denuncian los colaboradores de Roca. Aunque planteada como una crisis de palacio sin ruptura, abre un plazo para calibrar las fuerzas de los dos protagonistas del pulso: Roca y Pujol. Los seguidores del primero atribuyen la responsabilidad de la crisis a círculos familiares y políticos cercanos a Pujol.

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