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Diluvio infernal sobre la dulce Provenza

Las lluvias torrenciales producen al menos 32 muertos en el sur de Francia

Con el otoño llegó la tormenta y con la tormenta, el drama. Los cielos descargaron durante cinco horas una lluvia torrencial sobre el Midi francés, que se cobró la vida de, al menos, 32 personas, entre ellas cinco belgas y un alemán. Otras 44 personas han desaparecido y hay multitud de heridos. El municipio de Vaison-la-Romaine fue devastado por la crecida del rio Ouvéze, que en verano no da ni para mojarse los pies. Allí se registró el mayor número de muertes y desapariciones. Las olas alcanzaron hasta quince metros de altura y se llevaron a las gentes como si fueran muñecos de papel. Ocurrió el pasado martes, cuando Francia aún no se había recuperado, de la monumental resaca del referéndum sobre Maastricht. Tres departamentos del sureste, Vaucluse, Dróme y Ardéche, recibieron el brutal impacto de una tormenta con vientos de hasta 160 kilómetros. Los ríos se desbordaron, los puentes desaparecieron, las calles se convirtieron en canales, los coches fueron arrastrados, los techos arrancados, las casas se anegaron, la electricidad y el teléfono dejaron de funcionar. Por todas partes reinaban ayer el agua, el barro, las basuras, las ramas arrancadas y los trastos destripados.

"Fue la lluvia del apocalipsis", dijo ayer un superviviente de Vaison-la-Romaine. "Estaba en la planta baja de mi casa", contó un médico, "cuando la puerta de entrada reventó por la presión del agua. Apenas tuve tiempo para coger a mi hija y subirla al primer piso". Otro vecino relató: "Fue horrible. Ví pasar a un coche arrastrado como paja y en su interior, personas que golpeaban los cristales y pedían socorro. ¿Pero qué podía hacer? ¿Arrojarme al agua? Era la muerte segura". Otro testigo vio desaparecer a una señora de 78 años: "Intentaba subirse al techo de su casa. Gritaba. Luego, silencio. El agua se la llevó".

Metéo-France explicaba ayer la tormenta cuya llegada había sido prevista, pero no su brutalidad. Una masa de aire húmeda y tibia tropical se unió a otra húmeda y cálida mediterránea, que recibieron el brutal impacto de una tercera fría y polar. En tres horas cayeron entre 210 y 440 litros de agua por metro cuadrado. Ayer, la tragedia llegó también al norte de Italia. En Savona, dos mujeres murieron y ha desaparecido el hijo de tres años de una de ellas, que lo llevaba en brazos huyendo de las aguas torrenciales.

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