Un motorista que iba sin casco muere al golpearse la cabeza contra el suelo
Pedro Simancas Montero, de 28, años, murió en la noche del martes tras chocar su ciclomotor con otro conducido por Antonio R. P., quien salió ileso y dio positivo en la prueba de alcoholemia. Ninguno de los dos llevaba casco. El joven fallecido se cayó del ciclomotor a consecuencia del choque, y se dio un fuerte golpe en la cabeza, según vecinos de la zona.El accidente se produjo en el cruce de las calles de Sierra de Alquife y Albarate del Arzobispo, en Vallecas.
La colisión sucedió hacia las 23.30 de la noche del martes. Los dos ciclomotores circulaban por la calle de Sierra de Alquife, junto al parque de Amos Acero, uno detrás de otro. Una Puch de baja cilindrada, conducida por Antonio R. P., que circulaba delante, frenó de repente.
Al vehículo de atrás, una Vespino, no le dio tiempo de parar y se produjo el choque. Su conductor cayó de la moto y se dio un fuerte golpe en la cabeza contra el pavimento.
Diez minutos más tarde llegó una ambulancia del Insalud. El equipo médico permaneció un buen rato intentando reanimar al joven malherido, pero todo resultó inútil. El cadáver fue trasladado poco después al Instituto Anatómico Forense, tras ordenar su levantamiento el juez.
Vecinos estremecidos
Los vecinos de la zona comentaban ayer el suceso, todavía estremecidos al recordar al fallecido tirado en medio de la calle. En el pavimento podía verse aún ayer por la mañana una mancha de sangre. A todos les impresiona que los dos ciclomotores sólo hayan sufrido la rotura de uno de los faros, y que, sin embargo, uno de los conductores estuviera muerto.Algunos testigos del accidente aseguran que los dos motoristas se conocían e iban juntos. "Pero ninguno de los dos vive en estas calles, aunque el chico que ha muerto sí solía venir por aquí", explica una señora que permaneció en el lugar de los hechos hasta la retirada del cadáver.
Pedro Simancas es el séptimo motorista que fallece en las calles de Madrid desde que el 1 de septiembre empezó a ser obligatorio el uso de casco en la ciudad también para los conductores de ciclomotores. De cuatro de ellos se sabe con seguridad que no llevaban casco o el que usaban era inadecuado para la cilindrada de la moto. La cifra de muertos ha igualado ya el récord de junio de 1991, cuando fallecieron siete motoristas.
El viernes 4 de septiembre, José Manuel Herraiz, un mensajero de 25 años, moría en la calle del Arenal arrollado por un camión. Llevaba un casco quitamultas (apto para ciclomotores y no para la Yamaha 250-SR que conducía). El mismo día, la carretera se cobraba otras dos víctimas: Francisco Gerardo Calahorra, de 23 años, y Fernando Zayas. El primero no llevaba casco, del segundo no hay constancia.
Horas después, María Mar Chao, de 22 años, perecía cuando viajaba de paquete y sin casco en una moto de gran cilindrada. El sexto motorista fallecido fue Enrique Gimeno Robledo, de 46 anos, que el pasado viernes chocó contra un camión. La Policía Municipal -y un familiar del muerto- aseguran que llevaba casco, aunque en los primeros momentos se barajaba que no lo tenía ajustado o que lo portaba en el codo, según el servicio municipal que le atendió.
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